Salvador Díaz Mirón

  • ¡Si yo tuviera aliento como el águila
    que se remonta a la región azul,
    me elevaría a la mansión espléndida
    donde se sienta el Padre de la luz!

    Y postrado a sus pies como los ángeles
    que bendicen su altísima bondad,
    le pidiera la música del céfiro
    y el...

  • ¡Tus trovas dejan profundos rastros...
    Son arroyuelos y ruiseñores:
    aves que trinan entre los astros
    y ondas que cantan entre las flores!

    ¡Nada conozco que inspire tanto
    como tus versos blondos y suaves,
    en que producen divino encanto
    flores y astros,...

  • Espléndida rosa de mágico prado
    que entreabre sus hojas al sol del amor,
    eso eres, Anita. Yo soy, a tu lado,
    la espina en la rosa, la nube en el sol.

    Dejé mis riberas, mi nido de palma,
    colgado de un árbol dejé mi rabel;
    tendí en el espacio las alas de mi...

  • Bajo el ronco motín que grita muerte,
    el sagrado bajel cruje de suerte
    que semeja reír - El genio es fuerte;

    Y aún ante indicio, de locura o dolo,
    no culpa de falaz a Marco Polo,
    y se obstina en creer, inmenso y solo.

    Su fe suele medrar cuando vacila......

  • Como tronco en montaña venido al suelo.
    Frente grandiosa y limpia, soberbia y pura.
    Negras y unidas cejas, con la figura
    del trazo curvo y fino que marca el vuelo.

    De un pájaro en un croquis que apunta un cielo.
    Nariz igual a un pico de halcón albura
    de...

  • ¡Señor, tenme piedad, aunque a ti clame
    sin fe! ¡perdona que te niegue o riña
    y el ara tienda con bochorno infame!

    Vuelvo al antiguo altar. ¡No en vano ciña
    guirnaldas a un león y desparrame
    riego que pueda prosperar tu viña!

    ¡Líbrame por merced, como te...

  • No descansas jamás... y alegre y puro,
    murmurador y manso,
    corriendo vas sobre tu cauce duro...
    ¡Yo también como tú corro y murmuro,
    yo también como tú jamás descanso!
    ¡Yo camino al vaivén de mis dolores,
    tú con ala de céfiro caminas,
    tú feliz más que...

  • En la rama el expuesto cadáver se pudría,
    como un horrible fruto colgante junto al tallo,
    rindiendo testimonio de inverosímil fallo
    y con ritmo de péndola oscilando en la vía.

    La desnudez impúdica, la lengua que salía
    y alto mechón en forma de una cresta de gallo...

  • Se que la humana fibra
    a la emoción se libra,
    pero que menos vibra
    al goce que al dolor.
    Y en arte no me ofusco;
    y para el himno busco
    la estética del brusco
    estímulo mayor.

    Mas no en aleve audacia
    demando a la falacia
    la intensa y...

  • Llego entre dos esbirros, que no dudan
    de que a un monstruo feroz guardan y aquietan.
    Gritos desgarradores me saludan
    y brazos epilépticos me aprietan.

    Suspenso en el umbral callo y vacilo.
    Alto y grueso blandón muestra y agrava
    con lampo incierto el...