Ramón López Velarde

  • Y pensar que extraviamos
    La senda milagrosa
    En que se hubiera abierto
    Nuestra ilusión, como una perenne rosa...

    Y pensar que pudimos
    Enlazar nuestras manos
    Y apurar en un beso
    La comunión de fértiles veranos...

    Y pensar que pudimos
    En una...

  • A Enrique Fernández Ledezma.

    De tu magnífico traje
    Recogeré la basquiña
    Cuando te llegues, o niña,
    Al estribo del carruaje.
    Esperando para el viaje
    la tarde tiene desmayos
    Y de sus últimos rayos
    La luz mortecina ondea
    En la lujosa...

  • De tu pueblo a tu hacienda te llevabas
    la cabellera en libertad y el pecho
    guardado por cien místicas aldabas.

    Metías en el coche los canarios,
    la máquina de Singer, la maceta,
    la canasta de pan... Y en el otoño
    te ibas rezando leguas de rosarios.

    ...

  • En mi ostracismo acerbo me alegré esta mañana
    con el encuentro súbito de una hermosa paisana
    que tiene un largo nombre de remota novela:
    la hija del enjuto médico del lugar.
    Antaño íbamos juntos de la casa a la escuela;
    las tardes de los sábados, en infantil asueto...

  • Yo te digo: "Alma mía, tú saliste
    con vestido nupcial de la plomiza
    eternidad, como saldría una ala
    del nimbus que se eriza
    de rayos; y una mañana has de volver
    al metálico nimbus,
    llevando, entre tus velos virginales,
    mi ánima impoluta
    y mi cuerpo...

  • Tus ventanas, con pájaros y flores
    Tus ventanas que miran al Oriente,
    Están esclarecidas con la gracia
    De la aurora riente
    Que con primicias de su luz decora
    La virtud de tu frente.

    Tus ventanas de antigua arquitectura
    En que el canario, a trinos,...

  • ¿Que elocuencia, desvalida
    y casta, hay en tu persona
    que en un perenne desastre
    a las lágrimas convida?

    La frente, Amor, hoy levanto
    hasta tu busto en otoño
    que es un vaso de suspiros
    y una invitación al llanto.

    Tus hombros son como un ara...

  • ¡Ay de Dios, que tu palabra
    me tiene embrujada
    el alma!
    Mi lírica adolescencia
    Y tu existencia
    Gitana
    Se dicen en la ventana
    Cosas
    De amor y buenaventura
    En estas noches lluviosas

    Juran por Cristo, venerables dueñas,
    De...

  • Magdalena, conozco que te amo
    en que la más trivial de tus acciones
    es pasto para mí, como la miga
    es la felicidad de los gorriones.

    Tu palabra más fútil
    es combustible de mi fantasía,
    y pasa por mi espíritu feudal
    como un rayo de sol por una umbría....

  • La edad del cristo azul se me acongoja
    porque Mahoma me sigue tiñendo
    verde el espíritu y la carne roja
    y los talla, el beduino y a la hurí,
    como una esmeralda en un rubí.

    Yo querría gustar del caldo de habas,
    mas en la infinidad de mi deseo
    se...