Y pensar que extraviamos
La senda milagrosa
En que se hubiera abierto
Nuestra ilusión, como una perenne rosa...
Y pensar que pudimos
Enlazar nuestras manos
Y apurar en un beso
La comunión de fértiles veranos...
Y pensar que pudimos
En una onda secreta
De embriaguez, deslizarnos,
Valsando un vals sin fin, por el planeta...
Y pensar que pudimos,
Al rendir la jornada,
Desde la sosegada
Sombra de tu portal y en una suave
Conjunción de existencias,
Ver las cintilaciones del zodíaco
Sobre la sombra de nuestras conciencias...