• ¡A LA LUNA!

    Lamentación de un cesante

    ¡Oh, tú, luna encantadora,
    que lumbre gratis nos das!
    ¡Oh, tú de Febo señora,
    ilustre competidora
    de las fábricas de gas!

    ¡Tú que nunca sientes penas
    en el trono en que reposas!
    ¡Tú que en las noches...

  • De las blancas estrellas,
    de los ardientes soles,
    bajan al suelo, pálidas y bellas,
    las luces con brillantes resplandores;
    cruzan por el espacio
    alumbrando con rápida carrera
    los astros de topacio,
    y de la tierra, la ignorada esfera;
    llegan hasta mis ojos,
    y en sus reflejos rojos
    miro esconderse la naciente vida
    que en todo...

  • I
    ¡Torreperogil!
    ¡Quién fuera una una torre, torre del campo
    del Guadalquivir!
    II
    Sol en los montes de Baza.
    Mágina y su nube negra.
    En el Aznaitín afila
    su cuchillo la tormenta.
    III
    En Garciez
    hay más sed que agua;
    en Jimena, más agua que sed.
    IV
    ¡Que bien los nombres...

  • Ya acaba el tercer año su carrera,
    idolatrado amigo,
    desde que en extranjera
    tumba te sepultó la adversa suerte;
    y aún puedes desde el cielo ser testigo
    de que en lo hondo de mi alma persevera
    el dolor de tu muerte.
    Radiante de alegría,
    y bella nuncia de más bello día,
    se avecinaba la feliz aurora
    en que, tras los pesares
    de...

  • I

    Tiembla la pluma en mis manos,
    el llanto a mis ojos brota
    y en silencio y gota a gota
    va cayendo en el papel;
    y como no hallo una queja
    harto doliente y sentida,
    con la pluma suspendida
    lloro tu destino cruel.

    ¡Ay! el mundo enturbió impío
    de tu vida la onda pura
    y ante ti ¡pobre criatura!
    rugió negra tempestad...

  • - I -
    Seis años ya que el alma de mi alma
    en la triste postrera despedida
    me dijo su adiós tierno.
    ¿Por qué, infiel corazón, lates en calma?
    ¿Por qué, cuando es eterna la partida,
    no es el dolor eterno?

    - II -
    Y eterno es mi dolor, que aún el agudo
    dardo yo siento en la cerrada llaga
    cuando una voz la nombra.
    No está muerto mi...

  • Pálida, triste, en lágrimas bañada
    y herida el pecho de profunda pena,
    hermosa virgen, de amargura llena,
    a solitaria tumba se acercó;

    y al recorrer con lánguida mirada
    el yerto polvo que el sepulcro encierra,
    en llanto amargo humedeció la tierra
    y en lastimeras quejas prorrumpió:

    «¡Ya no late tu pecho esforzado;
    ya en el cielo tu...

  • Vuelve a mis manos, olvidada lira,
    Ministra un tiempo de guerrero canto;
    Hoy de dolor el corazón suspira
    Y se agolpa a los párpados el llanto.

    ¿Qué es el hombre en la tierra? Polvo y cieno,
    Un punto breve en la extensión inmensa,
    Gota perdida en el profundo seno
    Del mar azul, entre la niebla densa.

    Las armas, los trofeos, los...

  • Amó la libertad con patriotismo.

    Abrazó la virtud, y del civismo
    A todo un pueblo iluminó la huella.

    M. A. M.

    ¡Silencio! que la brisa murmura en la ribera,
    las ondas agitando con fúnebre clamor;
    y un eco misterioso repite por doquiera
    fatídicos acentos que mueven mi dolor.

    Los gritos aterrantes de un...

  • Lágrima triste en mi dolor vertida,
    perla del corazón que entre tormentas
    fue en largas horas de pesar nacida,
    en fúnebre memoria convertida
    la flor será que a tu corona enlace;
    las horas de la vida turbulentas
    ajan las flores y el laurel marchitan;
    pero lágrimas, ¡ay!, que el alma esconde,
    llanto de duelo que el dolor fecunda,
    si...