• Algunos lienzos del recuerdo tienen
    luz de jardín y soledad de campo;
    la placidez del sueño
    en el paisaje familiar soñado.
    Otros guardan las fiestas
    de días aun lejanos;
    figuras sutiles
    que pone un titerero en su retablo...
    .....................................
    Ante el balcón florido
    está la cita de un amor amargo.
    ...

  •  La mesa estaba alegre como nunca.
    Bebíamos el té: mamá reía
    recordando, entre otros,
    no sé qué antiguo chisme de familia,
    una de nuestras primas comentaba
    — recordando con gracia los. modales,
    de un testigo irritado — el incidente
    que presenció en la calle;
    los niños se empeñaban, chacoteando...

  • Vi en el Támesis umbrío
    Cien y cien naves cargadas
    De riqueza;
    Vi su inmenso poderío,
    Sus artes tan celebradas,
    Su grandeza;
    Mas el ánima afligida
    Mil suspiros exhalaba
    Y ayes mil;
    Y ver la orilla florida
    Del manso Dauro anhelaba
    Y del Genil.
    Vi de la soberbia corte
    Las damas engalanadas,
    Muy vistosas;
    Vi...

  • Para mí tu recuerdo es hoy como una sombra
    del fantasma que dimos el nombre de adorada…
    Yo fui bueno contigo. Tu desdén no me asombra,
    pues no me debes nada, ni te reprocho nada.

    Yo fui bueno contigo como una flor. Un día
    del jardín en que solo soñaba me arrancaste;
    te di todo el perfume de mi melancolía,
    y como quien no hiciera ningún mal me dejaste...

  • ¡Cuantas veces, oh madre, fatigado
    del largo afán que el pensamiento abruma,
    dejaba al fin la dolorosa pluma
    para buscar tu cariñoso lado!
    Y me acogías en tu seno amante,
    y en tu sofá tendido, a mi mejilla
    era blanda almohada tu rodilla,
    como cuando era pequeñuelo infante.
    La luz bebía de tus ojos bellos,
    y sentía tu mano dulcemente
    ...

  •  No brillaba la luna; sacudidas
    Por el viento las hojas se quejaban,
    Chispas de luz vertian las estrellas
     En las trémulas aguas.

     A su inseguro resplandor veia
    Rodar por sus mejillas una lágrima...

  • Aquellos árboles
    hacia el poniente
    en fila navegando
    y una voz de mujer, de tarde desmayada,
    una voz que me llama,
    están llamando.

    Un cerco de cinacinas,
    una paloma muerta en el camino
    y una risa que ría,
    están llorando.

    Oh paisaje viajero,
    hacia el poniente huyendo,
    me navegas la sangre
    que te he dado.

  • ¡Oh cuanto triste venturoso día,
    que en mi memoria sin cesar contemplo,
    cuando en tu estancia convertida en templo,
    enfrente de tu lecho de agonía,
    alzamos, madre, el ara
    donde al eterno Padre el Sacerdote
    la víctima inmortal sacrificara!
    Présaga, oh madre, de tu fin vecino,
    y absuelta ya por la sagrada diestra
    dispensadora del perdón...

  • Una tarde parda y fría
    de invierno. Los colegiales
    estudian. Monotonía
    de lluvia tras los cristales.
    Es la clase. En un cartel
    se representa a Caín
    fugitivo, y muerto Abel
    junto a una mancha carmín.
    Con timbre sonoro y hueco
    truena el maestro, un anciano
    mal vestido, enjuto y seco,
    que lleva un libro en la mano.
    Y...

  • Sólo recuerdo la emoción de las cosas,
    y se me olvida todo lo demás;
    muchas son las lagunas de mi memoria