Aquellos árboles
hacia el poniente
en fila navegando
y una voz de mujer, de tarde desmayada,
una voz que me llama,
están llamando.
Un cerco de cinacinas,
una paloma muerta en el camino
y una risa que ría,
están llorando.
Oh paisaje viajero,
hacia el poniente huyendo,
me navegas la sangre
que te he dado.