• En otro tiempo huías
    de mis llorosos ojos, sueño blando,
    y tus alas sombrías
    lejos de mí batías,
    el vuelo en otros lechos reposando.

    A aquel lecho volabas
    en que guardan la paz las mudas horas,
    y el mío abandonabas,
    porque en él encontrabas
    en vigilia a las penas veladoras.

    Donde quiera que miras
    lecho revuelto en ansias de...


  • Questo è de sette el più gradito giorno

    pien di speme e di gioia:

    diman tristezza e noia

    recheran l'ore, ed al travaglio usato

    ciascuno in suo pensier farà ritorno.

    LEOPARDI.

    Víspera dulce del festivo día,
    aún más que él dulce para el alma humana,
    oh hijo, el más feliz de la Semana,...

  • Ah, yo soy como tú… también fui río,
    me deslicé por sobre blanda arena,
    bajo un cielo de bóveda serena,
    y recorrí la vega y el plantío!

    Más tarde… la fatiga y el hastío
    y más que todo la desdicha ajena,
    al repletar mi corazón de pena,
    me sentí desplomado en el vacío!

    Y estoy cayendo en el abismo oscuro
    de mi dolor, letal, sordo, infinito...

  • ¡Huye el tiempo veloz! Rápido avanza
    llevando en raudo vuelo
    la ilusión, la hermosura y la esperanza,
    el grato afán, y el incansable anhelo.
    ¡Huye el tiempo veloz! ¿Quién su carrera
    podrá atajar? ¡Ni el ruego, ni el suspiro
    del amor o el dolor! La primavera
    llega, y en veloz giro
    pasa ya, y los ardores del verano
    huyen con el retoño
    ...

  • Voto a Dios que me espanta esta grandeza
    y que diera un doblón por describilla,
    porque ¿a quién no sorprende y maravilla
    esta máquina insigne, esta riqueza?

    Por Jesucristo vivo, cada pieza
    vale más de un millón, y que es mancilla
    que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
    Roma triunfante en ánimo y nobleza.

    Apostaré que el ánima del...

  • Duerma ya el viento en el marino llano;
    que la nave, desnuda de la vela
    que su soplo impelió, rápida vuela
    sin su socorro vano.
    Tú a su gigante mole das una alma,
    un impaciente espíritu de fuego,
    que no se cura del tenaz sosiego
    de la más muerta calma.
    Y en vez del ala de turgente lino,
    moviendo rauda cortadora rueda
    y alzando espuma...

  • ¡Oh tú que al ave celestial excedes
    que en sus garras, de horror sobrecogido,
    arrebató al Olimpo a Ganimedes!
    ¡Pues alegra la paz tu dulce nido,
    ya por los aires remontarte puedes!
    Tiemblen las aves y orgullosas fieras,
    y ponzoñosos lúbricos reptiles,
    cuando las corvas uñas justicieras
    y el pico agudo en tu peñasco afiles,
    y, llamando a la...

  • Tú que por mi amor trocaste
    el empíreo por el suelo,
    amoroso, inseparable,
    si invisible compañero;
    tú que en la débil infancia
    me salvaste de mil riesgos,
    escucha, celeste hermano,
    escucha mi humilde ruego.
    Tú la flor de mi inocencia
    resguardaste largo tiempo
    de la tempestad mundana
    y de sus impuros vientos:
    entonces te...

  • Tus cuerdas de oro en vibración sonora
              Vuelve a agitar, ¡oh lira!,
     Que en este ambiente, que aromado gira,
     Su inercia sacudiendo abrumadora
              La mente creadora,
     De nuevo el fuego de entusiasmo aspira.
        
     ¡Me hallo en Guernica! Ese árbol que contemplo,
              Padrón es de alta gloria
     De un pueblo ilustre...

  • Eva era rubia? No. Con negros ojos
    Vio la manzana del jardín: con labios
    Rojos probó su miel; con labios rojos
    Que saben hoy más ciencia que los sabios.

    ...