En otro tiempo huías
de mis llorosos ojos, sueño blando,
y tus alas sombrías
lejos de mí batías,
el vuelo en otros lechos reposando.
A aquel lecho volabas
en que guardan la paz las mudas horas,
y el mío abandonabas,
porque en él encontrabas
en vigilia a las penas veladoras.
Donde quiera que miras
lecho revuelto en ansias de...