• Yo vi los negros ojos
    de una trigueña,
    cuando iba hacia los montes,
    a cortar leña:
    ¡ojos de fuego!
    Sentí que me dejaban
    de amores ciego.

    Seguí triste y turbado
    por mi camino,
    dejando a mis espaldas
    perdido el tino;
    sin pensamiento,
    como la hoja que lleva
    volando el viento.

    Llegado que hube al monte
    me...

  • Bajo el cedro, agujas entrecruzadas; cromos y cadmios haciendo blanduras.

    Sombra.

    Ramas madres, torcidas en bifurcaciones, tendenciosas al sol denigrante e inevitable como una neurastenia.

    Olor macizo que empaña; canto de torcaza (pulsación de sonido); aliento candente del suelo, sudoroso e inerte.

    Inoculación de sueño.

    El fauno duerme; los puños engarzados...

  • En aqueste pacífico retiro,
    lejos del mundo y su tumulto insano
    doliente vaga tu sensible amigo.
    Tú sabes mis tormentos, y conoces
    a la mujer infiel... ¡Oh! si del alma
    su bella imagen alejar pudiese,
    ¡cuál fuera yo feliz! ¡cómo tranquilo
    de amistad en el seno
    gozara paz y plácida ventura,
    de todo mal y pesadumbre ajeno!
    ¡Amor ciego y...

  • Cada vez que sin conmoverte
    mi tierno llanto ves correr,
    deplorando mi triste suerte
    me ofrezco no volverte a ver.
    Pero si acaso una sonrisa
    llego en tu boca a descubrir,
    lloro, suspiro, mi Luisa,
    y aquí a tus pies juro morir.

    Cuando el requiebro de otro amante
    veo que escuchas con placer,
    acusándote de inconstante,...

  • La indiferente y bella Flora
    del amor ciego se burlaba,
    sin experiencia a toda hora
    la pobrecilla así cantaba:
    «No temo, amor, tu poderío,
    a pesar de toda tu saña,
    libre seré de tu albedrío;
    tu buena cara no me engaña».

    «Me lo han dicho mis compañeras,
    los hombres son muy inconstantes;
    si con ellos somos severas
    ...

  •   Era la Primavera cadenciosa.
     La noche prodigaba sus zafiros;
     arrullaba la fuente rumorosa
     y el viento se llevaba entre suspiros
     una lluvia de pétalos de rosa.

      Cruzaste los jardines de mi ensueño
     como una grácil y amorosa infanta;
     me destoqué del negro castoreño,
     pero al ir a besar tu egregia planta
     tus ojos se apiadaron de mi...

  • - I -
    Al principiar la noche silenciosa
    es más grata la estrella misteriosa
    de risueño fulgor,
    que si riela en transparente río
    la taciturna reina del vacío
    en todo su esplendor.

    Es más bella la fuente clara y pura
    que en delicioso prado con blandura
    deslizándose va,
    que el torrente veloz que se abalanza
    y en un abismo da...

  •  Les tiene preocupados y tristes la tardanza
    de la hermana. Los niños no juegan con el gato,
    ni recuerdan ahora lo de la adivinanza
    que propusiera alguno, para pasar el rato.

     De vez en cuando, el padre mira el reloj. Parecen
    más largos los minutos. Una...

  • El rosal en su inquieto modo de florecer
    va quemando la savia que alimenta su ser.
    ¡Fijaos en las rosas que caen del rosal;
    tantas son que la planta morirá de este mal!
    El rosal no es adulto y su vida impaciente
    se consume al dar flores precipitadamente.

  • BALIENTE
    Si bochinche jue el tratao
    La Inscrición se volvió embuste,
    la Elisión un barajuste
    y hasta embroya lo arreglao.
    Nos hizo pango el Embiao
    que de Güenos Aires vino,
    ¡Mal aiga que en el camino
    al barco que aquí lo trujo
    lo habiese echao algún brujo
    en medio de un remolino!

    CENTURIÓN
    Sosieguesé don...