- I - Al principiar la noche silenciosa es más grata la estrella misteriosa de risueño fulgor, que si riela en transparente río la taciturna reina del vacío en todo su esplendor. Es más bella la fuente clara y pura que en delicioso prado con blandura deslizándose va, que el torrente veloz que se abalanza y en un abismo da. Es para mi más dulce el sol fulgente cuando arroja del seno del oriente rayo consolador, que si mis venas ardoroso inflama cuando en la tierra espléndido derrama su fuego abrasador. Así a mis ojos eres más hermosa, de mi feraz nación temprana rosa, niña pura y feliz, que la joven que erguida se levanta, y a cuya bella y delicada planta rendimos la cerviz. - II - Modelo de belleza, la pureza brilla en tu cándida faz; la inocencia es tu divisa, y tu risa es como un signo de paz. Alguna vez la hermosura con ternura amante me sonrió; dichoso ya me creía, y ella impía con falacia me burló. Mas tu sonrisa graciosa candorosa no es de amor, es de amistad; ¡tu corazón ardiente inocente no conoce la maldad.- Oh cuán venturosa fueras, si vivieras de tu infancia sin salir: entonces feliz serías; no sabrías lo que es penar y sufrir. Mas la ley de la natura siempre dura, no perdona a la virtud; de la humanidad es dueña, y le enseña la vejez o el ataúd. Con los fatigosos años desengaños vienen del mortal en pos; y contra el mundo un abrigo y un amigo halla el infeliz en Dios. El no mas nos da consuelo;- en el suelo solo existe una verdad, y es que la inocencia gime, y la oprime triunfadora la maldad. -Tu vives, oh niña hermosa, cual la rosa en lo interior de un breñal; no de tu sueño despiertes, porque adviertes cuán horroroso es tu mal. Al sueño tornar querrías, no podrías; el cielo así lo ordenó; y tan solamente el llanto y el quebranto por patrimonio nos dio. La vida es estrecha vía, do nos guía solo el destino fatal: encantados proseguimos, mas sentimos de súbito frío puñal. - III - ¿Ese celaje miras que se avanza meciéndose hechicero, o volando ligero como águila veloz? Aquella nube tétrica lo alcanza, y aquí y allá lo vuelve, y rugiendo lo envuelve con ímpetu feroz. ¿Ves aquella avecilla revolando, que rápida se eleva, y su arrojo la lleva hasta el cielo tocar? Huracán espantoso rebramando, desde el espacio inmenso en remolino denso la hace al suelo bajar. ¿Ves en las aguas de apacible río blandamente flotando y graciosa vagando la delicada flor? se acerca al fin a un vórtice bravío; sus olas bramadoras la sumergen traidoras en abismo de horror. Imágenes son estas de la vida:- es dulce, placentera, juguetona, ligera del hombre la niñez. En su pecho después la pena anida: los placeres fenecen, y los martirios crecen con furia y rapidez. - IV - Goza, goza, niña pura, de tus días de ventura, de tu inocencia feliz; y de tu dicha presente jamás se borre en tu mente el delicado matiz. El pesar que me fatiga se cambie en delicia amiga que me halague el corazón; y pueda lleno de gozo, de alegría, de alborozo, entonar grata canción. Corona de frescas rosas, apacibles, olorosas, tejerte quería yo; y a tiempo que la formaba, espina que me punzaba en mis manos se tornó.
La inocencia
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