Alejandro Tapia y Rivera

  • Ante la puerta dorada
    de Doña Inés, gran señora
    que pasa risueña vida
    entre primores y joyas,
    un andrajoso mendigo
    con faz de hambriento llorosa,
    llamó pidiendo por Dios
    una mísera limosna.
    Asomose a los balcones
    que sus paredes decoran...

  • ¡Oh! ¡cuán triste se queja el alma mía!
    Si la mañana hermosa
    con su rosado velo,
    con plácida armonía
    me saluda al subir al alto cielo,
    por mi amante deliro
    y saluda a la aurora mi suspiro.

    Si la tarde apacible
    con su franjado cielo bonancible...

  • Tus ojos me miraron
    y en bello oriente,
    un astro me mostraron
    resplandeciente.
    Pagó tu labio bello
    mi amor sumiso,
    y el astro fue destello
    del paraíso.
    Más en vano encendiste
    mi grato anhelo,
    y a la tierra trajiste
    la luz del...

  • ¿Hacia dónde tu vuelo
    diriges, ave triste?
    ¿Quizá, ay de ti, perdiste
    la prenda de tu amor?
    ¿O acaso el árbol bello
    donde guardaste el nido,
    el hacha ha destruido
    o el fuego abrasador?

    Tu canto que allá un día
    sonaba placentero,
    su...

  • Hay unos ojos divinos
    fuente de dicha y dolores,
    el cielo les dio colores
    y el Señor su bendición.

    Dioles la luna su encanto,
    la palabra su armonía,
    el amor su simpatía,
    su elocuencia el corazón.

    Aunque tiranos me miren
    si los vela...

  • ¿Me preguntas, pintor, que como quiero
    que pintes el mirar y la hermosura
    de aquellos ojos do el Edén fulgura,
    de aquellos ojos por que vivo y muero?
    Copia el fulgor de matinal lucero,
    de gacela apacible la dulzura,
    de la tórtola amante la ternura,
    el...

  • Elena

    Solitaria y temerosa
    pobre nave desvalida,
    vago en el mar de la vida
    en combate desigual.
    ¿Porqué, oh cielo, me robaste
    el dulce materno amparo?
    ¿Qué seré sin su amor caro
    ante el recio vendaval?

    Huérfana triste del mundo...

  • Yo vi los negros ojos
    de una trigueña,
    cuando iba hacia los montes,
    a cortar leña:
    ¡ojos de fuego!
    Sentí que me dejaban
    de amores ciego.

    Seguí triste y turbado
    por mi camino,
    dejando a mis espaldas
    perdido el tino;
    sin...

  • CORO
    Dios te saluda, oh María:
    trajiste a la tierra amor
    y el hombre en su desamparo
    «Providencia» te llamó.

    Llena estás de eterna gracia,
    flor preciosa
    y amorosa
    que el eterno cultivó;
    y cuando a la tierra fuiste
    enviada,...

  • A mi buen amigo Andrés S.

    ¡Conoces la alta cumbre
    que allá en el suelo
    de mi Borinquen bella
    saluda al cielo;
    verde montaña,
    que corona altanera
    campos de caña.

    En su cima se elevan
    las palmas reales,
    y en sus faldas se mecen...