• Con despojos de la selva
     Cubrió otoño la campiña;
    Perdió el bosque su misterio,
     Ruiseñores ya no trinan.

    Y un mancebo moribundo,
     Lento el pie, vagar se mira
    Recorriendo la floresta
    ...

  • Hasta cuándo estaremos esperando lo que
    no se nos debe... Y en qué recodo estiraremos
    nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo
    la cruz que nos alienta no detendrá sus remos.

    Hasta cuándo la Duda nos brindará blasones
    por haber padecido!...
    Ya nos hemos sentado
    mucho a la mesa, con la amargura de un niño
    que a media...

  • NIÑA de la ebúrnea tez
    Y de los rasgados ojos:
    De tus hechos esta vez
    Voy á ser el recto juez
    Si no he de causarte enojos.

    Mas te miro triste y muda
    Como si la pena aguda
    Te rasgara el corazón,
    ¡Ay niña! no cabe duda
    Que adivino la razón.

    Ayer gozaste, y fugaz
    En el voluptuoso wals,
    Te deslizaste galana...

  • ¡Adiós, amigo, adiós! ¡El sol se esconde,
    la luna sale de la nube rota,
    y Eva me aguarda en el estanque, donde
    el cisne nada y el nelombo flota!

    Voy a estrechar a la mujer que adoro.
    ¡Cuál me fascina mi delirio extraño!
    ¡Es el minuto del ensueño de oro
    de la cita del ósculo en el baño!

    ¡Es la hora en que los juncos oscilantes
    de la verde...

  • Nunca más bello color
    dio al horizonte tu llama,
    astro de eterno fulgor,
    al esconder tu esplendor
    la cumbre de Guadarrama.

    Nunca tu aroma sentí
    más delicioso que ahora,
    linda rosa carmesí;
    nunca más bella te vi
    con las perlas de la aurora.

    Arroyo, que turbio y feo
    ayer te vi deslizar,
    ¿cómo tan limpio te veo,
    que...

  • SURQUE esa clavellina el mar; y muerta
            Aún fiel testigo sea
    De constancia y de amor. Ayer abierta
            Entre otras mil se alzaba,
    Y emblema de mi fé simbolizaba
    De mejor porvenir la dulce idea.
            ¡Oh cuanto es inestable
    La humana suerte, y triste y transitoria,
    Cuanta mudanza en la pequeña historia
    De una vida tan corta y...

  •  Iba tendiendo su luctuoso manto
        La noche oscura y fría,
              Sin que templase un tanto
     La opacidad de la región vacía,
     El rayo de la luna macilento
     Ni el trémulo fulgor de las estrellas;
              Pues, cual rastro sangriento,
     De un sol de invierno las rojizas huellas
     Surcaban sólo el negro firmamento.
        
        Tristes...

  •   El mediodía en la barriada pobre
     prendía lentejuelas al andrajo
     y, a toda luz, era color de cobre
     el Madrid de la greña y del zancajo.

      De cúpulas de iglesia realzada
     la ciudad en sus perfiles recortados
     parecía una hembra calcinada
     que enseñase los senos abrasados.

      ¡Incandescencia de fulgores duros!
     El astro en sus lumínicas...

  • I.

    DOS pobres pescadores
    Salieron mar afuera,
    Con una marejada
    Que daba miedo verla.
    Luchando con las olas
    Y con la brisa fresca,
    Entre unos arrecifes
    Las redes al fin echan,
    Y con dos mil fatigas

    Y con la mar tan recia,
    Y con aquel brisote
    Y con aquellas peñas,
    Logran sacar las redes,
    Pero Jesús...