Tarde, tarde,
cae la tarde.
Larga, larga,
se aletarga,
en derrumbe silencioso,
como mirada en un pozo.
«La Porteña», 1914.
Tarde, tarde,
cae la tarde.
Larga, larga,
se aletarga,
en derrumbe silencioso,
como mirada en un pozo.
«La Porteña», 1914.
Tus otoños me arrullan
en coro de quimeras obstinadas;
vas en mí cual la venda va en la herida;
en bienestar de placidez me embriagas;
la luna lugareña va en tus ojos
¡oh blanda que eres entre todas blanda!
y no sé todavía
qué esperarán de ti mis esperanzas.
Si vas dentro de mí, como una inerme
doncella por la zona devastada
en que...
Está lloviendo paz. ¡ Qué temas viejos
reviven en las noches de verano!...
Se queja una guitarra, allá, a lo lejos,
y mi vecina hace reir el piano.
Escucho, fumo y bebo, mientra el fino
teclado da otra vez su sinfonía:
El cigarro, la música y el...
I
Naciones de la tierra, patrias del mar, hermanos
del mundo y de la nada:
habitantes perdidos y lejanos
más que del corazón, de la mirada.
Aquí tengo una voz enardecida,
aquí tengo un vida combatida y airada,
aquí tengo un rumor, aquí tengo una vida.
Abierto estoy, mirad, como una herida.
Hundido estoy, mirad, estoy hundido...
Aquellos árboles
hacia el poniente
en fila navegando
y una voz de mujer, de tarde desmayada,
una voz que me llama,
están llamando.
Un cerco de cinacinas,
una paloma muerta en el camino
y una risa que ría,
están llorando.
Oh paisaje viajero,
hacia el poniente huyendo,
me navegas la sangre
que te he dado.
Padre polvo que subes de España,
Dios te salve, libere y corone,
padre polvo que asciendes del alma.
Padre polvo que subes del fuego,
Dios te salve, te calce y dé tu trono,
padre polvo que estás en los cielos.
Padre polvo, biznieto del humo,
Dios te salve y ascienda a infinito,
padre polvo, biznieto del humo.
Padre polvo en que acaban...
Allí golpea lejos sobre el mar la lluvia.
Desde siempre y siempre.
Desde quién sabe qué oscuro designio,
allí golpea y golpea la lluvia sobre el mar.
Oh! inmemorial paisaje.
Monstruo paciente y solitario,
mar amargo, agua última
donde un hombre y su miedo
huyen, beben y vuelven
en secreto y solos.
Cuando de allí se vuelve
nada...
Boca perdida en el vaivén del tiempo;
detrás de los paisajes escondida;
boca hacia atrás huyente en el espacio;
boca muerta que fuiste boca viva:
Torbellinos de rostros te apagaron,
tú, que eras rosa ya palidecida;
bloques de casas, cielos circulantes,
telones fueron a velarte esquiva.
Alguna vez la punta de la llama
pintó en el aire la...
Pan recobró su otoñal caramillo
y hace vibrar la dorada floresta
y es en un claro del bosque amarillo
danza rosada de ninfas en fiesta.
Sombras desnudas temblando en la brisa
siempre más fina, más suave, más leve,
mientras el agua la imagen precisa
de piernas rosas y cuerpos de nieve.
De lo más negro del bosque fragante,
como la sangre se...
Vaga el olor por la antigua vereda,
donde marmóreo Sileno retoza,
del dieciochesco vestido de seda
en la ducal y dorada carroza.
Erán Trianón y la Arcadia —artificio
que hizo más suaves las ásperas horas—
el pastorial y bucólico vicio
de las divinas marquesas pastoras.
Eran los iris, las joyas temblantes
y las espumas de los surtidores:...