El día en que yo vi la luz primera,
plantó mi padre en su risueño huerto
ese árbol que admiráis en primavera,
de tiernas hojas y de flor cubierto.

Yo entré en la sociedad, donde hoy batallo,
con la esperanza audaz de los mancebos,
cuando él ennoblecía el...

Tus cuerdas de oro en vibración sonora
          Vuelve a agitar, ¡oh lira!,
 Que en este ambiente, que aromado gira,
 Su inercia sacudiendo abrumadora
          La mente creadora,
 De nuevo el fuego de entusiasmo aspira.
    
 ¡Me hallo en Guernica! Ese...

Son tan vivos los colores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo
“Corazones hechos flores”.

Y pensar a veces llego;
si este árbol labios se hiciera…
¡Ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego…!

Amigo: qué lindos trajes...

ME siento como el arbol: de la tierra
Brotó mi ser y por la tierra aliento;
Pido á la tierra goce y alimento,
Ella el pasado y el presente encierra.

Pero al rayo de luz que de la altura
Me da vida y ventura,
Y por el que otra vida he concebido,
Vida y...

Árbol de flores vestido,
de cantoras aves solio,
auras bullendo en la copa,
al pie cantando el arroyo.

Le ornó el alba con diamantes,
el mediodía con oro,
la tarde le dio su estrella,
la noche amor y reposo.

Cubriose el suelo de luto,
...

Al pie nace de una cuna
El árbol de la esperanza;
Y al son del viento se mece,
Frágil cual trémula caña:
Sólo un instante por dicha
Manso el céfiro le halaga,
Que el cierzo helado lo seca,
Y el austro ardiente lo abrasa.
Crece, da vistosas flores,...

EL ÁRBOL DEL CEMENTERIO

No la tranquilidad de la arboleda
que ofrece sombra fresca y regalada
al remanso, al pastor y la manada
y que paisaje bíblico remeda.

No el suspiro de la ola cuando rueda
a morir en la playa desolada,
ni el morir de la...

       El árbol tenía un letrero
que solo los pájaros podían leer:

”Se alquilan ramas para nidos”,
decían las letras
que un hombre no habría podido leer.

       A pesar del anuncio,
ningún pájaro vino
a hacer su nido
en este árbol, que muere de...

Un árbol que vegetaba
en apartado sendero,
así a un pájaro viajero
con tristes voces hablaba:

«Yo a la tierra estoy sujeto,
y tú en el éter vacío
te espacias a tu albedrío:
tú vives y yo vegeto.
¡Ah! ¡Cuánta parte del mundo
recorres en sólo...