EN SU CORONACIÓN
I
Un genio ardiente, un alma vengadora
reclama ya la universal conciencia:
brilla el cinismo, triunfa la licencia,
y la maldad se yergue vanidosa.
Falta un genio de voz atronadora
que maldiga del mundo y la impudencia, ...
|
Niño hermoso, que entre flores
Mientras luz te alcanza, triscas;
Tierna madre, que en silencio
Con atento amor vigilas;
Buen señor, á quien las horas ...
|
Improvisación
Blanca, gallarda, envuelta
por la bruma del mar,
la vela al soplo de la tarde suelta,
la nave lejos va.
Boga, boga y se pierde
cuando muere la luz,
allá donde se juntan la mar verde
y el horizonte azul.
¿De qué remotas zonas...
|
Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de sombra, lentamente.
A trechos me paraba para enjugar mi frente
y dar algún respiro al pecho jadeante;
o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia...
|
Todos duermen, y en el campo
reina silenciosa calma,
y sólo a intervalos muge,
cuando del desierto avanza,
el viento, a estrellar su furia
en la sierra ecuatoriana;
sobrecogida, despierta
la selva, crujen las ramas
y, cual si sintieran miedo,...
|
Snbir me place al alto promontorio
Que el piélago domina,
A meditar mientras el sol radiante
Desde el zenit declina.
A la luz de esa antorcha miro el cielo,...
|
Al salir de aquel baile dejamos nuestras huellas
en playas que a un destierro conducen al azar.
Una flor en su mano se acaba de ajar.
Era una hermosa noche de ensueños y de estrellas.
Rompíanse en la sombra oleajes enlutados
hacia el ópalo atlántico y la áurea...
|
No rinde al proscrito cobarde tristeza
al ir peregrino de hogar en hogar,
pues mira extenderse de Dios la grandeza
por montes, y valles, y el cielo y el mar.
Un punto nos quitan, un punto querido,
que patria llamamos con férvido amor;
mas, presto encontramos...
|
¿Hasta cuando mi patria idolatrada
por la discordia te veras manchada
llenándote tú misma de baldón,
de tus hijos la sangre derramando
por un poder efímero luchando?
dice: ¿acaso te falta corazón?
¿Te falta inteligencia? no, mentira
que en tu...
|
Nada presta tu ruido a mi contento,
París, de gente y de placeres lleno:
¡Vasta y altiva capital! no cuento
ni un solo amigo en tu gigante seno.
Gozan en ti os ojos y la mente
con lo grandioso y opulento y vario:
mas siempre gime el corazón doliente,
en...
|
|
|