• Jamás pensé que Dios tuviera alguna forma.
    Absoluta su vida; y absoluta su norma.
    Ojos no tuvo nunca: mira con las estrellas.
    Manos no tuvo nunca: golpea con los mares.
    Lengua no tuvo nunca: habla con las centellas.
    Te diré, no te asombres;
    Sé que tiene parásitos: las cosas y los hombres.

  • De Río a Copacabana.

    Se dispara sobre impecable asfalto, se agujerea una montaña y se redispara, en herradura, costeando océano y venteándose de marisco.

    El mar alinea paralelas blancas con calmos siseos. El cielo está siempre clavado al techo, por sus estrellas; los morros fabrican horizontes de montaña rusa...

    Y luna calavereando.


    Río de...

  • Moriré como el pájaro: cantando,
    penetrado de pluma y entereza,
    sobre la duradera claridad de las cosas.
    Cantando ha de cogerme el hoyo blando,
    tendida el alma, vuelta la cabeza
    hacia las hermosuras más hermosas.

    Una mujer que es una estepa sola
    habitada de aceros y criaturas,
    sube de espuma y atraviesa de ola
    por este municipio de...

  • Payador no puede ser
    cualquiera que se disponga
    por más que en una milonga
    pueda, el mozo, florecer.
    Primero debe tener
    conciencia de lo que toca
    y si algún recuerdo evoca
    debe hacerlo penetrante
    para que sea el consonante
    un pensamiento en su boca.

    Porque arrojar consonantes
    con facilidad pasmosa
    eso... resulta una cosa...

  • Paz

    Vamos hacia los árboles... El sueño
    Se hará en nosotros por virtud celeste.
    Vamos hacia los árboles; la noche
    Nos será blanda, la tristeza leve.

    Vamos hacia los árboles, el alma
    Adormecida de perfume agreste.
    Pero calla, no hables, sé piadoso;
    No despiertes los pájaros que duermen.

  • Es muy triste estar solo,
    oir cómo se queja obstinadamente el viento
    y remontar los tiempos.

    Pero no puedo,
    solo, yo, no puedo.
    Venid vosotros,
    Luis, Alberto, Mario,
    venid a detener los días,
    y entre los días, sólo aquella tarde.

    Porque ya no olvido,
    ni he de olvidar tampoco,
    la tarde en que por una calle apareciste.
    ...

  • Un libro quedó al borde de su cintura muerta,
    un libro retoñaba de su cadáver muerto.
    Se llevaron al héroe,
    y corpórea y aciaga entró su boca en nuestro aliento;
    sudamos todos, el hombligo a cuestas;
    caminantes las lunas nos seguían;
    también sudaba de tristeza el muerto.

    Y un libro, en la batalla de Toledo,
    un libro, atrás un libro, arriba un...

  • -Cargue, nomás... que es "carreta"...
    Hay ruedas, pa dir rodando...
    Los güeyes, van cuasi sueltos...
    ¡Qué han de sentir el recargo!...

    Hemos dicho: "a tanto el viaje":
    Pero, páresé, compadre:
    Usté mira su provecho,
    Yo miro mis animales!...

    Que los concluya una peste,
    Santo y güeno... Dios lo manda...
    Pero, que yo los reviente......

  • Tu me dijiste: no lloró mi padre;
    Tú me dijiste: no lloró mi abuelo;
    No han llorado los hombres de mi raza,
    Eran de acero.

    Así diciendo te brotó una lágrima
    Y me cayó en la boca... Más veneno
    Yo no he bebido nunca en otro vaso
    Así pequeño.

    Débil mujer, pobre mujer que entiende,
    Dolor de siglos conocí al beberlo;
    Oh, el alma mía...

  • Al borde de la vida sentémonos, ¡oh Mía!
    y miremos correr las horas pasajeras;
    ¡dulce es el sol fugaz!, bendigamos el día
    y confiemos en El que hizo las primaveras.

    Comamos nuestro pan, bebamos nuestro vino
    y reciba el Señor nuestra diaria alabanza:
    podrá ser duro el golpe del adverso Destino
    pero quedan las alan: ¡nos queda la Esperanza!

    ...