El árbol tenía un letrero
que solo los pájaros podían leer:
”Se alquilan ramas para nidos”,
decían las letras
que un hombre no habría podido leer.
A pesar del anuncio,
ningún pájaro vino
a hacer su nido
en este árbol, que muere de tristeza,
gacha la cabeza,
al borde del camino.