Ernesto Noboa y Caamaño

  • Oigo en la sombra, a veces, una voz que me advierte:
    Poeta, entre tus ruinas, yérguete vencedor:
    deja la flauta débil de tu canción inerte,
    y alza el himno a la vida, al orgullo, al vigor.

    Acalla tu secreto, sé fuerte con la muerte,
    Y oigo otra voz que clama:...

  • Francesita adorable de los locos excesos,
    de los labios en llama y las carnes en flor,
    de las crueles caricias y los sádicos besos
    y los muslos sapientes en batallas de amor!

    Roja flor del divino paraíso vedado,
    inconstante y traidora como una ola de mar,
    que...

  • Morfina,
    divina!

    De las almas tristes celeste beleño,
    fuente inagotable para todo ensueño,
    eficaz alivio de todo sufrir.

    Bálsamo piadoso para toda herida,
    de los soñadores dulce prometida
    que nos indemnizas del mal de vivir.

    Tú sabes secretos de...

  • Vivir de lo pasado por desprecio al presente,
    mirar hacia el futuro con un hondo terror,
    sentirse envenenado, sentirse indiferente,
    ante el mal de la Vida y ante el bien del Amor.

    Ir haciendo caminos sobre un yermo de abrojos
    mordidos sobre el áspid de la...

  • Hay tardes en las que uno desearía
    embarcarse y partir sin rumbo cierto,
    y, silenciosamente, de algún puerto,
    irse alejando mientras muere el día;

    Emprender una larga travesía
    y perderse después en un desierto
    y misterioso mar, no descubierto
    por ningún...

  • Amo todo lo extraño, amo todo lo exótico;
    lo equívoco y morboso, lo falso y lo anormal:
    tan sólo calmar pueden mis nervios de neurótico
    la ampolla de morfina y el frasco de cloral.

    Amo las cosas mustias, aquel tinte clorótico
    de hampones y rameras, pasto del...