• Huracán, huracán, venir te siento,
    Y en tu soplo abrasado
    Respiro entusiasmado
    Del señor de los aires el aliento.

    En las alas del viento suspendido
    Vedle rodar por el espacio inmenso,
    Silencioso, tremendo, irresistible
    En su curso veloz. La tierra en calma
    Siniestra; misteriosa,
    Contempla con pavor su faz terrible.
    ¿Al toro no...

  • En uno de los montes Ossa ó Pelio
    Se debiera esculpir el monumento
    Del gran pilar de la christiana Iglesia;
    Mas tambien fuera angosto, aunque abarcára
    Quanto el mar ciñe, ó quanto ilustra Febo.
    En chica huesa caben los despojos,
    Sobre quien tiene fuerza muerte y tiempo;
    Pero no encierra término la gloria
    De las ilustres hazañosas obras.
    ...

  • Por los cuadros de santos en el muro colgados
    mis pupilas, arrastran un ¡ay! de anochecer;
    y én un temblor de fiebre, con los brazos cruzados,
    mi ser recibe vaga visita del Noser:

    Una mosca llorona en los muebles cansados
    yo no sé qué leyenda fatal quiere verter:
    una ilusión de Orientes que fugan asaltados;
    un nido azul de alondras que mueren al...

  • Enciende tu lámpara, alma mía,
    que la noche ha llegado
    pensativa y sombría,
    y al borde de la vida se ha sentado.

    Tiene el rostro cansado y ruinoso,
    fue largo el sendero recorrido;
    Sendero pavoroso
    que dejara el corazón estremecido

    La mirada enturbiada,
    huellas crispantes en las manos...
    es que dejó sembrada
    la muerte, en...

  • Mi padre, apenas
    en la mañana pajarina, pone
    sus setentiocho años, sus setentiocho
    ramos de invierno a solear.
    El cementerio de Santiago, untado
    en alegre año nuevo, está a la vista.
    Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
    y tornaron de algún entierro humilde.

    Hoy hace mucho tiempo que mi padre no sale
    Una broma de niños se desbanda....

  • A una boca vendida,
    a una infame boca,
    cuando sintió el impulso que en la vida
    a locuras supremas nos provoca,
    dio el primer beso, hambriento de ternura
    en los labios sin fuerza, sin frescura.
    No fue como Romeo
    al besar a Julieta;
    el cuerpo que estrechó cuando el deseo
    ardiente aguijoneó su carne inquieta,
    fue el cuerpo vil de vieja...

  • El misterio nocturno era divino.
    Eudora estaba como nunca bella,
    y tenía en los ojos la centella,
    la luz de un gozo conquistado al vino.

    De alto balcón apostrofóme a tino;
    y rostro al cielo departí con ella
    tierno y audaz, como con una estrella...
    !Oh qué timbre de voz trémulo y fino!

    ¡Y aquel fruto vedado e indiscreto
    se puso el manto,...

  • Con un cadáver a cuestas,
    camino del cementerio,
    meditabundos avanzan
    los pobres angarilleros.

    Cuatro faroles descienden
    por Marga-Marga hacia el pueblo,
    cuatro luces melancólicas
    que hace llorar sus reflejos;
    cuatro maderos de encina,
    cuatro acompañantes viejos...

    Una voz cansada implora
    por la eterna paz del muerto;
    ...

  • GLOSA EN LIRAS.

    Entre doradas flores
    Al son del agua clara, que corría,
    Hacian ruiseñores
    Dulcísima harmonía
    En una selva, al asomar del dia.

    Pudiéran sus canciones
    Volver de triste, un hombre muy gozoso,
    Y entre estas recreaciones
    Muy falto de reposo
    Estaba Endimion triste y lloroso.

    Como el que ve venir:
    Quien le ha...

  • Bruno el sombrero que a lucir campea
    Con alto moño y superior plumaje.
    Faz que vela su olímpico linaje
    Y que de negro el tul raya y puntea.

    Azabache tejido el noble traje;
    Y al cuello en un listón rica presea:
    Adamantino aljófar que chispea
    En dos aros que intrincan maridaje.

    Al pecho y relumbrando en el ropaje,
    Áurica soga. La beldad...