Carlos Pezoa Véliz

  • Tiene quince años ya Teodorinda,
    la hija de Lucas el capataz;
    el señorito la halla muy linda;
    tez de durazno, boca de guinda...
    ¡Deja que crezca dos años más!

    Carne, frescura, diablura, risa;
    tiene quince años no más... ¡olé!
    y anda la moza siempre de...

  • Sobre el campo el agua mustia
    cae fina, grácil, leve;
    con el agua cae angustia;
    llueve...
     
    Y pues solo en amplia pieza
    yazgo en cama, yazgo enfermo,
    para espantar la tristeza,
    duermo.
     
    Pero el agua ha lloriqueado
    junto a mí,...

  • Era un pobre diablo que siempre venía
    cerca de un gran pueblo donde yo vivía;
    joven, rubio y flaco, sucio y mal vestido,
    siempre cabizbajo... ¡Tal vez un perdido!
    Un día de invierno lo encontraron muerto
    dentro de un arroyo próximo a mi huerto,
    varios...

  • A Guillermo Labarca Hubertson.

    El porte grave, el porte de esta robusta vaca
    de cuernos recortados, el aire distinguido
    de ésta que es corniabierta y ésta que es tan retaca,
    manchan el pasto alegre donde rumia el marido.
    Sopla un aire robusto. ¡Salud, señor...

  • Con un cadáver a cuestas,
    camino del cementerio,
    meditabundos avanzan
    los pobres angarilleros.

    Cuatro faroles descienden
    por Marga-Marga hacia el pueblo,
    cuatro luces melancólicas
    que hace llorar sus reflejos;
    cuatro maderos de encina,
    ...

  • Este es un artista de paleta añeja
    que usa una cachimba de color coñac
    y habita una boharda de ventana vieja
    donde un reloj viejo masculla: tic tac...

    Tendido a la larga sobre un mueble inválido,
    un bostezo larga, y otro, y otro: ¡tres!
    ¡Diablo de muchacho,...

  • Flaco, lanudo y sucio. Con febriles
    ansias roe y escarba la basura;
    a pesar de sus años juveniles,
    despide cierto olor a sepultura.

    Cruza siguiendo interminables viajes
    los paseos, las plazas y las ferias;
    cruza como una sombra los parajes,
    recitando un...

  • A la señora Dolores Endeyza de Silva.

    Junto a las grutas de las quebradas
    donde las aguas alborotadas
    charlan de asuntos si ton ni son,
    hay una casa de corredores
    donde hay palomas tiestos con flores,
    y enredaderas en el balcón.

    Es una casa de...