• Hace mar fuerte... ¿fuerte?... Los egocultores decimos así a lo que nos vence y no es el caso.

    El mar arrea cordilleras renovadas, que columpian al vapor en cuya proa frenetizo de borrasca.

    Busco una metáfora pluriforme e inmensa; algo como fijar el alma caótica, que se empenacha de pedrería.

    ¿Cómo decir?... Mar... mar... y mientras insuflo el cráneo de espacio...

  • Aquí en Montevideo,
    albas madrugadas del mundo
    soñó mi corazón, ¡pobre andarín nocturno!
    Muchachas de los puertos,
    marineros borrachos, desde aquí
    cáliz fué mi pecho de vuestro vino amargo.
    Hermanos tristes,
    yo he visto la Luna hacernos muecas
    mientras la última estrella de la noche
    azul y lejana se perdía...

    Noche negra.
    Como...

  • I
    Tras negros nubarrones asomaba
    Pálido rayo de luciente luna
    Tenuemente blanqueando los peñascos
    Que de Chapultepec la falda visten.
    Cenicientos a trechos, amarillos,
    O cubiertos de musgo verdinegro
    A trechos se miraban, y la vista
    De los lugares de profundas sombras
    Con terror y respeto se apartaba.
    Los corpulentos árboles...

  • Folgava el rey Rodrigo
    con la hermosa Cava en la ribera
    del Tajo, sin testigo;
    el río sacó fuera
    el pecho, y le habló de esta manera:

    «En mal punto te gozes,
    injusto forçador; que ya el sonido
    y las amargas vozes,
    y ya siento el bramido
    de Marte, de furor y ardor ceñido.

    »¡Ay! essa tu alegría
    qué llantos acarrea, y essa...

  •         Sírvame otra copita
            P'al estribo, pulpero,
            Ahura que en la glorieta
            Quedó solo este viejo
    Y anda el juego e la caña po'el altiyo
    Que no deja sin luz un recoveco.
            Usté sabe, de juro,
            Que ocasiones, m'empedo,
            Pero no ha de haber óido
            Que haiga estáo nunca preso,
    Porque no...

  • Oh novia imposible,
    tan casta y hermosa, tan pura y tan buena,
    que tarde por tarde
    en la muda ventana me esperas
    y envejeces ansiando que pronto
    termine mi ausencia,
    me verás cuando pasen los años,
    retornar por la mustia vereda
    y con inquietudes
    llamar a tu puerta;
    que en la austera quietud de tu alcoba
    donde todas las...

  • El asunto de esta fantasía es universalmente conocido.

    La fábula griega, narrada por Hesíodo, ha sido el tema de numerosos poemas.

    Esquilo recogió este mito religioso de las sociedades primitivas, para personificar en él el sentimiento de la libertad, en pugna eterna con las preocupaciones.

    La epopeya, el drama, hasta el romance vulgar, se han ejercitado en tan...

  • I
    Sobre negros corceles de granito
    a cuyo paso ensordeció la tierra,
    hollando montes, revolviendo mares,
    al viento el rojo pabellón de guerra
    teñido con la luz de cien volcanes,
    fueron en horas de soberbia loca
    a escalar el Olimpo los Titanes.

    Ya tocaban la cumbre inaccesible
    dispersando nublados y aquilones...

  • Cubre tu cielo, Zeus,
    con un velo de nubes,
    y juega, tal muchacho
    que descabeza cardos,
    con encinas y montañas;
    pero mi tierra
    deja en paz
    y mi cabaña,
    que tú no has hecho,
    y mi hogar,
    por cuyo fuego
    me envidias.

    ¡No conozco nada más miserable bajo el sol
    que vosotros, dioses!
    Pobremente sustentáis con...

  • ¡PROSA! ¡PROSA!

    Es costumbre muy usada
    por algunos escritores,
    al dirigirse a su amada,
    hablar de los ruiseñores,
    de los ríos, de las flores...
    y por fin no decir nada.
           ¡Qué bobada!
    ¿Para qué esa tontería?
           ¡No, señor!
    ¡Menos, menos poesía,
    y más, mucho más amor!

                     -----...