• ¡Oh, cómo en tus cristales,
    fuentecilla risueña,
    mi espíritu se goza,
    mis ojos se embelesan!

    Tú de corriente pura,
    tú de inexhausta vena,
    transparente te lanzas
    de entre esa ruda peña,

    do a tus linfas fugaces
    salida hallando estrecha,
    murmullante te afanas
    en romper sus cadenas,

    y bullendo y saltando,
    ...

  • Cuanto el bien temprar concierta
    al buen tañer y conviene,
    tanta daña y desconcierta
    la prima falsa que tiene;
    pues no aprovecha templalla,
    ni por ello mejor suena,
    por no estar en esta pena,
    muy mejor será quebralla
    que pensar hacella buena.

  • Vos una claridad y yo una sombra

    E. ROSTAND

    Dama de las eternas palideces,
    con tu mirar tranquilo me pareces,
    irradiando destellos de pureza
    el hada del país de la tristeza.

    Eres la imagen del dolor que implora,
    y por eso mi pecho que te adora,
    al mirar tu expresión...

  • Rosa divina, que en gentil cultura
    Eres con tu fragante sutileza
    Magisterio purpúreo en la belleza,
    Enseñanza nevada a la hermosura.

    Amago de la humana arquitectura,
    Ejemplo de la vana gentileza,
    En cuyo ser unió naturaleza
    La cuna alegre y triste sepultura.

    ¡Cuán altiva en tu pompa, presumida
    soberbia, el riesgo de morir desdeñas,...

  • Mudanza tú no conoces,
    joven siempre y siempre bella;
    ni en ti la más leve huella
    dejan los años veloces.
    Como en mi infancia la vi,
    contemplo tu beldad hoy,
    cuando del tiempo ya estoy
    mostrando la injuria en mí,
    Que de beldad tan divina
    aún el Tiempo se prendó,
    y dijo: «No quiero yo
    causar tu lenta rüina.
    Condena la cruda...

  •  
    Si mi voluntad erraba
    Gozando de libertad,
    Luego vi la ceguedad
    Y tinieblas en que estaba,
    En viendo vuestra beldad.
    Peno porque no pené,
    No pené mientras no os ví;
    Mas en viéndoos conocí
    La gloria que agora sé
    Que en veros tarde perdí.

    Porque vuestra hermosura,
    Gracias y merecimiento
    Dan tanto contentamiento,...

  • I
    El sol de la ventura
    no ha dado aún a mis ojos
    tu imagen; mis antojos
    perciben tu hermosura,
    perciben en la altura
    de un ángel el destello,
    de un hada el rostro bello...
    para llamar feliz mi triste suerte,
    ángel, hada o mujer, anhelo verte.

    II
    Amor me inspira el ave
    del aire mensajera,
    que lleva al...

  • Hermosísima reina del sarao,
    con quien apareciera menos bella
    la esposa desleal de Menelao,
    como al rayo del sol la última estrella;
    ¡Ay! que mañana voladora nao,
    mientras imprima aún su leve huella
    en la blanda almohada tu mejilla,
    me apartará por siempre de esta orilla.
    ¡Dichosa danza que tu talle estrecho
    enlazar con na brazo me...

  • A UNA SEÑORITA QUE ES MUY ERUDITA

    Señorita, yo no sé
    por qué su papá de usté
    le ha dado esa educación,
    y le diré la razón
    de no explicarme el por qué.

    Comprendo que su papá,
    que cifra en usté su encanto,
    la eduque bien ¡claro está!
    ¡Pero si estudia usté tanto
    que es una barbaridá!

    ¿A qué viene esa manía,
    ...

  • LLa calle, aturdida, aullaba a mi alrededor.
    Alta, delgada, de luto ,con dolor majestuoso,
    Pasó una mujer a mi lado, con mano fastuosa
    Alzaba y mecía lo mismo festón que dobladillo;

    Ágil y noble pasó, con piernas de estatua.
    Mi alma no cesaba de beber de sus pupilas,
    Cielo lívido con gérmenes tormentosos,
    La dulzura que fascina y el placer que mata....