Sor Juana Inés de la Cruz

  • Ya que para despedirme,
    dulce idolatrado dueño,
    ni me da licencia el llanto
    ni me da lugar el tiempo,

    háblente los tristes rasgos,
    entre lastimosos ecos,
    de mi triste pluma, nunca
    con más justa causa negros.

    Y aun ésta te hablará torpe...

  • Verde embeleso de la vida humana,
    loca esperanza, frenesí dorado,
    sueño de los despiertos intrincado,
    como de sueños, de tesoros vana;

    alma del mundo, senectud lozana,
    decrépito verdor imaginado;
    el hoy de los dichosos esperado,
    y de los...

  • Teme que su afecto parezca
    Gratitud y no fuerza

    Señora, si la belleza
    Que en vos llego a contemplar
    Es bastante a conquistar
    La más inculta dureza,

    ¿Por qué hacéis que el sacrificio
    Que debo a vuestra luz pura
    Debiéndose a...

  • Amado dueño mío,
    Escucha un rato mis cansadas quejas,
    Pues del viento las fío,
    Que breve las conduzca a tus orejas,
    Si no se desvanece el triste acento
    Como mis esperanzas en el viento.

    Óyeme con los ojos,
    Ya que están tan distantes los oídos,...

  • Hombres necios que acusáis
    a la mujer, sin razón,
    sin ver que sois la ocasión
    de lo mismo que culpáis;

    si con ansia sin igual
    solicitáis su desdén,
    por qué queréis que obren bien
    si las incitáis al mal?

    Combatís su resistencia
    y...

  • Pues estoy condenada,
    Fabio, a la muerte, por decreto tuyo,
    y la sentencia airada
    ni la apelo, resisto ni la huyo,
    óyeme, que no hay reo tan culpado
    a quien el confesar le sea negado.

    Porque te han informado,
    dices, de que mi pecho te ha...

  • Oración traducida del Latín

    Ante tus ojos benditos
    Las culpas manifestamos,
    Y las heridas mostramos,
    Que hicieron nuestros delitos.

    Si el mal, que hemos cometido,
    Viene a ser considerado,
    Menor es lo tolerado,
    Mayor es lo...

  • De la más fragante rosa
    Nació la abeja más bella,
    A quien el limpio rocío
    Dio purísima materia.

    Nace, pues, y apenas nace,
    Cuando en la misma moneda,
    Lo que en perlas recibió
    Empieza a pagar en perlas.

    Que llora el alba, no es mucho...

  • Hirió blandamente el aire
    Con su dulce voz Narcisa,
    Y él le repitió los ecos
    Por boca de las heridas.

    De los celestiales Ejes
    El rápido curso fija,
    Y en los Elementos cesa
    la discordia nunca unida.

    Al dulce imán de su voz
    ...

  • Firma Pilatos la que juzga ajena
    Sentencia, y es la suya. ¡Oh caso fuerte!
    ¿Quién creerá que firmando ajena muerte
    el mismo juez en ella se condena?

    La ambición de sí tanto le enajena
    Que con el vil temor ciego no advierte
    Que carga sobre sí la...