Juan Meléndez Valdés

  • Pensativo y lloroso,
    contemplando cuán tibia
    Dorila mi amor oye
    por hermosa y por niña,

    al margen de una fuente
    me asenté cristalina,
    que un rosal adornaba
    con su pompa florida.

    El voluble murmullo
    de sus plácidas linfas,
    de mis...

  • Viendo el Amor un día
    que mil lindas zagalas
    huían de él medrosas
    por mirarle con armas,

    dicen que de picado
    les juró la venganza
    y una burla les hizo,
    como suya, extremada.

    Tornose en mariposa,
    los bracitos en alas,
    y los pies...

  • Un día que en la vega,
    bajo el nogal copado
    que da a su fuente sombra
    con los pomposos ramos,

    cantaba entretenido
    con inocente labio
    de mi suerte la dicha,
    las delicias del campo,

    casi a mis pies seguras
    se bañaban jugando
    las...

  • Ved, amigos, cuál llega
    ya delicioso el mayo,
    en las plácidas alas
    del Céfiro llevado.

    Grata Flora en su obsequio
    le engalana los campos,
    mil flores por doquiera
    desparciendo su mano.

    Cojamos las más lindas;
    y alegres emulando
    ...

  • Ya torna mayo alegre
    con sus serenos días,
    y del amor le siguen
    los juegos y la risa.

    De ramo en ramo cantan
    las tiernas avecillas
    el regalado fuego
    que el seno les agita,

    y el céfiro jugando
    con mano abre lasciva
    el cáliz de...

  • Tras una mariposa,
    cual zagalejo simple,
    corriendo por el valle
    la senda a perder vine.

    Recosteme cansado,
    y un sueño tan felice
    me asaltó que aún gozoso
    mi labio lo repite.

    Cual otros dos zagales
    de belleza increíble,
    Baco y...

  • Siendo yo niño tierno,
    con la niña Dorila
    me andaba por la selva
    cogiendo florecillas,

    de que alegres guirnaldas,
    con gracia peregrina
    para ambos coronarnos,
    su mano disponía.

    Así en niñeces tales
    de juegos y delicias
    pasábamos...

  • La rosa de Citeres,
    primicia del verano,
    delicia de los dioses
    y adorno de los campos,

    objeto del deseo
    de las bellas, del llanto
    del Alba feliz hija,
    del dulce Amor cuidado,

    ¡oh, cuán atrás se queda
    si necio la comparo
    en...

  • Pensaba cuando niño
    que era tener amores
    vivir en mil delicias,
    morar entre los dioses.

    Mas luego rapazuelo
    Dorila cautivome,
    muchacha de mis años,
    envidia de Dïone,

    que inocente y sencilla,
    como yo lo era entonces,
    fue a mis...

  • Ya de mis verdes años
    como un alegre sueño
    volaron diez y nueve
    sin saber dónde fueron.

    Yo los llamo afligido,
    mas pararlos no puedo,
    que cada vez más huyen
    por mucho que les ruego;

    y todos los tesoros
    que guarda en sus mineros...