• Me dijo una tarde
    de la primavera:
    Si buscas caminos
    en flor en la tierra,
    mata tus palabras
    y oye tu alma vieja.
    Que el mismo albo lino
    que te vista sea
    tu traje de duelo,
    tu traje de fiesta.
    Ama tu alegría
    y ama tu tristeza,
    si buscas caminos
    en flor en la tierra.
    Respondí a la tarde
    de la primavera:...

  • ¿Imaginas acaso la amargura
    que hay en no convivir
    los episodios de tu vida pura?

    Me está vedado conseguir que el viento
    y la llovizna sean comedidos
    con tu pelo castaño.
    Me está vedado oír en los latidos
    de tu paciente corazón (sagrario
    de dolor y clemencia)
    la fórmula escondida
    de mi propia existencia.

    Me está vedado,...

  • Piden que pulse la lira
    Ha tiempo callada y rota:
    Si ya no arranco una nota
    Ni mi musa ya me inspira!
    Balbuce fria y delira
    Si la tortura mi mente;
    Cuando rie solo miente;
    Como miente su lamento:
    Y es que en mi triste aislamiento
    Mi alma ni goza ni siente.

    Hubo un tiempo ... y es verdad!
    Pero ya aquel tiempo huyo,
    En que...

  • He soñado una fuga. Y he soñado
    tus encajes dispersos en la alcoba.
    A lo largo de un muelle, alguna madre;
    y sus quince años dando el seno a una hora.

    He soñado una fuga. Un “para siempre”
    suspirado en la escala de una proa;
    he soñado una madre;
    unas frescas matitas de verdura,
    y el ajuar constelado de una aurora.

    A lo largo de un muelle...

  • Algo inconmensurable
    Se ha quedado en suspenso ;
    Una quietud muy alta planea sobre el mar ;

    El cielo inmaculado
    Y el alma de los niños que juegan en la orilla
    Suman : diafanidad.

  • Mediodía: el amor, el vino, el humo,
    con las flores rosadas del sendero...
    la hora y las dudas que execró Unamuno
    con recia prosa cual un buen tendero.
    El verso fluye cada treinta días
    cuando lo impone Amor, malignamente.
    (Es fama que los bardos se han jugado
    por una dama sus mejores predios).
    Así, este peregrino,
    en un alto prudente del...

  • Yo te veo, Señor, en las montañas
    que soberbias se miran en su altura,
    dó reciben la luz con que las bañas,
    antes que este hondo valle de tristura;

    y en el último y lánguido reflejo,
    que recogen del día moribundo,
    cuando su altiva cumbre es el espejo
    de las sombras que caen en el mundo;

    y en su color azul y nieve fría
    que oculta la...

  • ERA la tarde, y entre nubes rojas
    El sol con lento paso descendía;
    El aura mansa en la arboleda umbría
            Agitaba las hojas.
    Sobre el mullido cesped reclinado,
    Á la orilla de límpido arroyuelo,
    Lejos del vano mundo, sosegado,
    Fijaba mis miradas extasiado
    En el cóncavo azul del claro cielo.

    Blando susurro, plácida armonía
    Se...

  • Ha besado la lluvia al jardín provinciano
    dejando emocionantes cadencias en las hojas.
    El aroma sereno de la tierra mojada
    inunda el corazón de tristeza remota.

    Se rasgan nubes grises en el mudo horizonte.
    Sobre el agua dormida de la fuente, las gotas
    se clavan, levantando claras perlas de espuma.
    Fuegos fatuos que apaga el temblor de las ondas.

    ...
  • De todo lo velado,
    tenue, lejana y misteriosa surge
    vaga melancolía
    que del ideal al cielo nos conduce.

    He mirado reflejos de ese cielo
    en la brillante lumbre
    con que ahuyenta las sombras, la mirada
    de sus ojos azules.

    Leve cadena de oro
    que una alma a otra alma con sus hilos une
    oculta simpatía,
    que en lo profundo de lo...