• Gaita galaica, sabes cantar
    lo que profundo y dulce nos es.
    Dices de amor, y dices después
    de un amargor como el de la mar.
    Canta. Es el tiempo. Haremos danzar
    al fino verso de rítmicos pies.
    Ya nos lo dijo el Eclesiastés:
    tiempo hay de todo: hay tiempo de amar,
    tiempo de ganar, tiempo de perder,
    tiempo de plantar, tiempo de coger,
    ...

  • Yo he visto mi alma en sueños...
    En el etéreo espacio
    donde los mundos giran,
    un astro loco, un raudo
    cometa con los rojos
    cabellos incendiados...
    Yo he visto mi alma en sueños
    cual río plateado,
    de rizas ondas lentas
    que fluyen dormitando...
    Acaso mi alma tenga
    risueña luz de campo,
    y sus aromas lleguen
    de...

  • Como era el instante, dígalo la musa
    Que las dichas trae, que las penas lleva:
    La tristeza pasa, velada y confusa;
    La alegría, rosas y azahares nieva.

    ...

  • Señor, Dios mío: no vayas
    a querer desfigurar
    mi pobre cuerpo, pasajero
    más que la espuma del mar.

    Ni me des enfermedad larga
    en mi carne, que fue la carga
    de la nave de los hechizos,
    del dolor el aposento
    y la genuflexión verídica
    de tu trágico pavimento.

    No me hieras ningún costado,
    no me castigues a mi cuerpo
    por...

  • ¡Qué hermoso es Dios, qué hermosa su cabeza!
    ¡Qué gallardo su andar, su voz qué suave!
    Rasgos los cielos son de su belleza,
    pasos los siglos de su marcha grave;
    la voz de la inmortal naturaleza
    de sus conciertos la sonora clave,
    su acento arroba, su mirar abrasa,
    tiembla el mundo a sus huellas cuando pasa.
    Yo me enamoro dél: pobre doncella...

  • Nuestras vidas son los ríos
    que van a dar a la mar,
    que es el morir. ¡Gran cantar!
    Entre los poetas míos
    tiene Manrique un altar.
    Dulce goce de vivir:
    mala ciencia del pasar,
    ciego huir a la mar.
    Tras el pavor de morir
    está el placer de llegar.
    ¡Gran placer!
    Mas ¿y el horror de volver?
    ¡Gran pesar!

  • Sin arrimo y con arrimo,
    sin luz y a oscuras viviendo
    todo me voy consumiendo.

    Mi alma está desasida
    de toda cosa criada
    y sobre sí levantada
    y en una sabrosa vida
    sólo en su Dios arrimada.

    Por eso ya se dirá
    la cosa que más estimo
    que mi alma se ve ya
    sin arrimo y con arrimo.

    Y aunque tinieblas padezco
    en esta...

  • Razón que imperas en mí
    ¿porqué habré de mentir yo,
    diciendo impasible no,
    cuando el alma dice sí?

    Al mirar tus bellos ojos
    siento nacer la alegría,
    porque truecan, vida mía,
    en encanto, los enojos.
    Al mirar tus labios rojos
    donde el amor se atesora
    mi pecho esclavo te adora,
    y huyendo del frenesí
    tengo que exclamar,...

  • Por toda la hermosura
    nunca yo me perderé,
    sino por un no sé qué
    que se alcanza por ventura.

    1. Sabor de bien que es finito,
    lo más que puede llegar
    es cansar el apetito
    y estragar el paladar;
    y así, por toda dulzura
    nunca yo me perderé,
    sino por un no sé qué
    que se halla por ventura.

    2. El corazón generoso
    nunca...

  • I

    Ni miento ni me arrepiento,
    ni digo ni me desdigo,
    ni estoy triste ni contento,
    ni reclamo ni consiento,
    ni fío ni desconfío;
    ni bien vivo ni bien muero,
    ni soy ajeno ni mío,
    ni me venzo ni porfío,
    ni espero ni desespero.

    II

    FIN...