• Tú, cuyo pecho sin cesar se afana
    con desvelo tan puro y tan ardiente
    por el progreso y la ventura humana,
    no el lauro esperes a tu noble frente.
    El premio considera que tributa
    a la virtud de Arístides Atenas;
    de Sócrates recuerda la cicuta
    y de Colón divino las cadenas.
    Mira a Dante proscrito como reo,
    preso al Taso entre insanos; ve el...

  • A ti laurel y yedra
    corónente, dilecto
    de Sofía, arquitecto.
    Cincel, martillo y piedra
    y masones te sirvan; las montañas
    de Guadarrama frío
    te brinden el azul de sus entrañas,
    meditador de otro Escorial sombrío,
    y que Felipe austero,
    al borde de su regia sepultura,
    asome a ver la nueva arquitectura
    y bendiga la prole de Lutero...

  • Cuando se es aún joven y se ha sufrido tanto
    que lloran nuestras almas vejeces prematuras,
    tienen los tristes ojos humedades de llanto
    y hay en los corazones, fríos de sepulturas...

    Cuando en los horizontes oscuros de la Vida
    surge la interrogante sombra de la Quimera,
    y se abre la sangrienta rosa de alguna herida
    y se llora en silencio la muerta...

  • No muere el sol en el cenit, ni el río
    entre los anchos campos, que fecunda
    con sesgo curso, agota
    su sonoro caudal, ni el cierzo frío
    las verdes frondas del abril azota.
    ¡Bien tras del monte arde
    vaga la luz del día
    cuando declina la callada tarde;
    bien por la estéril playa
    sus turbias aguas la corriente envía
    donde la ola del mar...

  • Se alza la espiga naciente
    Y hoz no la toca impaciente,
    Y el pámpano en la ladera
    La estación disfruta entera
     Que el cielo le concedió.
    También soy bella, estoy joven;
    No es tiempo de que me roben
    La vida; y aunque mis ojos
    Sólo ven ruinas y abrojos,
    ...

  • En la ardiente orgía,
    cantando y riendo,
    la copa en la mano,
    conmovido el seno,
    vestida de blondas,
    raso y terciopelo,
    se encuentra la joven
    de los ojos negros.
    En su tersa frente
    los rubios cabellos
    pálidos flamean
    con fulgor intenso,
    y suave murmullo
    de encendidos besos
    palpita en sus labios...

  • ... Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda,
    la malherida España, de Carnaval vestida
    nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
    para que no acertara la mano con la herida.
    Fue ayer; éramos casi adolescentes; era
    con tiempo malo, encinta de lúgubres presagios,
    cuando montar quisimos en pelo una quimera,
    mientras la mar dormía ahíta de...