• Inmenso, libro, espléndido, espumoso,
     Revestido de gloria y majestad,
    Atrás dejas los siglos victorioso,
     Imagen de la oscura eternidad.

    Brillan el sol, la luna y las estrellas
     Sobre tu ondoso manto y...

  • Tú que de océano y tierra
    vences las largas distancias,
    cual las distancias del éter
    vencen voladoras alas:
    por la negra red que forman
    rieles que tu curso pautan,
    ven a surcar el inmenso
    seno de mi dulce patria.
    Tu velocidad abrevie
    tan espaciosas comarcas:
    junta el mar al Amazonas
    y a Tumbes el Titicaca.
    Ya por ti mande...

  • Cabe el materno tálamo
    se mece blanda cuna,
    los dos amantes cónyuges
    invocan la fortuna
    con celestial cariño
    para el dormido niño:
    él sueña con los ángeles
    que acaba de dejar.

    Del niño el blando éxtasis
    se ve en el rostro tierno
    un voto amante, cándido
    se pinta en el materno;
    del padre en el sombrío
    un pensamiento...

  • ¡Qué! ¡De las ondas el hervor insano
    Mece por fin mi lecho estremecido!
    ¡Otra vez en el Mar!... Dulce a mi oído
    Es tu solemne música, Oceano.
    ¡Oh! ¡cuántas veces en ardientes sueños
    Gozoso contemplaba
    Tu ondulación, y de tu fresca brisa
    El aliento salubre respiraba!
    Elemento vital de mi existencia,
    De la vasta creación mística parte,...

  • I

    Estación de la bruma y la dulce abundancia,
    gran amiga del sol que todo lo madura,
    tú que con él planeas cómo dar carga y gozo
    de frutos a la vid, bajo el pajizo alero;
    cómo doblar los árboles musgosos de las chozas,
    con peso de manzanas, y sazonar los frutos.
    y henchir la calabaza y rellenar de un dulce...

  • No fue pasión aquello,
    fue una ternura vaga...
    la que inspiran los niños enfermizos,
    los tiempos idos y las noches pálidas.
    El espíritu solo
    al conmoverse canta:
    cuando el amor lo agita poderoso
    tiembla, medita, se recoge y calla.
    Pasión hubiera sido
    en verdad; estas páginas
    en otro tiempo más feliz escritas,
    no tuvieran...

  •   ¡Salve, oh pendón ilustre de Castilla,
     Que hoy en los muros de Tetuán tremolas,
     Y haces llegar a la cubana Antilla
     Reflejos de las glorias españolas!
        La media luna -que ante ti se humilla,-
     Recuerda ya que entre revueltas olas,
     De la raza de Agar con hondo espanto,
     Se hundió al lucir el astro de Lepanto.
        
        Y esa morisma -...

  • No tanto el rico abono te insolente
    que hoy tan famosa te hace cual ya el oro,
    que no es eterno, oh patria, tal tesoro
    y su fin aceleras imprudente.

    De haberlo poseído vanamente
    te ha de quedar entonces el desdoro,
    y la miseria y el inútil lloro
    del que en hora tardía se arrepiente.

    Que, aunque mil fuentes de riqueza tienes,
    todas por...

  • Deslumbrando nuestra vista,
    compiten, finos, en ti,
    zafir, topacio, rubí,
    esmeralda y amatista.
    Y eres cuando al sol tus galas
    vas ostentando a porfía,
    pájaro de pedrería
    o viva joya con alas:
    Joya que, ricos cambiantes
    luciendo tornasolada,
    siempre es distinta, y en cada
    mudanza más bella que antes.
    De flor en flor...

  • Era la hora solemne del ocaso:
    y yo que el vagabundo paso lento
    iba moviendo pensativo, acaso,
    por donde un día alzábase el sangriento
    Sagrado Tribunal, detuve el paso
    al pie del majestuoso monumento
    que alzó mi patria al héroe sin segundo
    a quien debe ser libre nuestro mundo.
    Y cuando los atentos ojos hube
    padecido en él, clamé: «Si a la...