A casa de una moza un estudiante

llegó, pobre y tunante,

y por poco dinero

le pidió algún carnal desaguadero.

-No puedo socorrerle en ese apuro,

ella le dijo, sin que pague un duro;

no lo hago más barato

porque anda malo el tiempo y malo el trato...

Viendo el Amor un día
que mil lindas zagalas
huían de él medrosas
por mirarle con armas,

dicen que de picado
les juró la venganza
y una burla les hizo,
como suya, extremada.

Tornose en mariposa,
los bracitos en alas,
y los pies...

Las pesadas cadenas
del despotismo atroz ufano hollando,
cantemos, lira mía,
el acordado tono al cielo alzando,
la presente alegría
y las pasadas penas;
libertad sacrosanta, tú me inspira;
que sólo libertad suene mi lira.

Mientras fue...

Un avariento casado

a su mujer le decía:

-Tú me cuestas cada día

un doblón, ¡caro bocado!

Cada mes te he visitado

dos veces: en conclusión,

cada vez a la razón

de tres onzas. -¡Lindo chiste!,

dice ella. ¿ Y en qué consiste

que yo te...

No fue sólo el satírico de Francia
Del banquete importuno fiel testigo
Que a su lira prestó tanta elegancia:

Yo también si me escuchas, Claudio amigo,
Te instruiré de otro lance, cuya escena
Trágica contar puedo por testigo.

Es el caso que ayer Doña Ximena...

El pozo de los padres trinitarios

tuvo brocales varios:

ya de mampostería,

ya de piedra de buena sillería,

en fin de berroqueño le pusieron,

el último que eterno ellos creyeron;

pero tal faena de sacar agua

en el convento había,

que al año...

Salió muy de mañana

a oír misa en la iglesia más cercana

una vieja ochentona

de vista intercadente y voz temblona.

A la del Hospital se dirigía

porque junto vivía,

llevando por no haber amanecido,

de una vela encendido

el cabo en su...

Quitad allá las ciencias,
dejadme mis amores.
allá dispute el sabio,
otro piense, y yo goce.
Denme a mí de Amarilis
oír los cantos acordes,
que encienden en mi pecho
mil amantes ardores.
Que Florián a Trigueros
le colme de loores,...

Cierta viuda, joven y devota,

cuyo nombre se sabe y no se anota,

padecía de escrúpulos, de suerte

que a veces la ponían a la muerte.

Un día que se hallaba acometida

de este mal que acababa con su vida,

confesarse dispuso,

y dijo al confesor: -...

Ya de la queda el toque reposado
 Anuncia el fin del moribundo día,
Y por la loma el mugidor ganado
 Camina lentamente á la alquería.

El cansado gañán por el...

Poet: Thomas Gray