[86]
Campo Santo.
Es thürmten sich die Wolken zu Gewittern,
In grauen Dunst gehüllt lag fern’ die See,
Durch meine Seele fühlt’ ich’s beben, zittern
Wie süße Lust, wie unaussprechlich Weh –...
[86]
Campo Santo.
Es thürmten sich die Wolken zu Gewittern,
In grauen Dunst gehüllt lag fern’ die See,
Durch meine Seele fühlt’ ich’s beben, zittern
Wie süße Lust, wie unaussprechlich Weh –...
A ti me acojo, soledad querida,
en busca de la paz que mi alma anhela
en su ya inquieta y procelosa vida;
mi nave combatida
por la borrasca de la mar del mundo,
esquiva ya su viento furibundo,
y en busca de otro viento sosegado
dirige a ti su desgarrada vela,
¡oh!, puerto deseado
en que la brisa de bonanza vuela.
Tú levantas el...
La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?...Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.
El cielo es de ceniza.
Los árboles son blancos,
y son negros carbones
los rastrojos quemados.
Tiene sangre reseca
la herida del Ocaso,
y el papel incoloro
del monte está arrugado.
El polvo del camino
se esconde en los barrancos.
Están las fuentes turbias
y quietos los remansos.
Suena en un gris rojizo
la esquila del...
¡Pradera, feliz día! Del regio Buenos Aires
Quedaron allá lejos el fuego y el hervor;
Hoy en tu verde triunfo tendrán mis sueños vida,
Respiraré tu aliento, me bañaré en tu sol.
Muy buenos días, huerto. Saludo la frescura
Que brota de las ramas de tu...
Con un cadáver a cuestas,
camino del cementerio,
meditabundos avanzan
los pobres angarilleros.
Cuatro faroles descienden
por Marga-Marga hacia el pueblo,
cuatro luces melancólicas
que hace llorar sus reflejos;
cuatro maderos de encina,
cuatro acompañantes viejos...
Una voz cansada implora
por la eterna paz del muerto;
...
Era una noche en que el viento
con sordo acento mugía,
y en que no más se sentía
del trueno el ronco fragor.
Y en sombras la tierra envuelta
como en un fúnebre manto,
miedo causaba y espanto
al pecho de más valor.
Nadie en tan hórrida noche
cruzar tal vez se atreviera,
ni del valle la pradera,
ni la calle en la...
Ô désolation, ô misère profonde !
Désespoir éternel pour les âmes du monde !
Sol de Jérusalem, que tant d’hommes pieux
Ont baigné de sueur et des pleurs de leurs yeux ;
Sainte terre enlevée aux monts de la Judée,
Et du sang des martyrs encor tout inondée ;
Sainte terre des morts qui portas le sauveur,
Toi, que tout front chrétien baisait avec...
C’était l’heure où la terre appartient au soleil,
Où les chemins poudreux luisent d’un ton vermeil,
Où rien n’est confondu dans l’aride campagne,
Où l’on voit les troupeaux couchés sur la montagne,
Et le pâtre bruni, dans les plis d’un manteau,
Dormir nonchalamment près d’un rouge tombeau ;
L’heure aux grands horizons, l’heure où l’ombre est mortelle
...
C’était l’heure où la terre appartient au soleil,
Où les chemins poudreux luisent d’un ton vermeil,
Où rien n’est confondu dans l’aride campagne,
Où l’on voit les troupeaux dormir sur la montagne,
Et le pâtre robuste avec ses beaux chiens blancs
Étaler auprès d’eux ses membres nonchalants,
L’heure aux grands horizons, l’heure où l’ombre est mortelle...