• Mi juventud se torna grave y serena como
    un vespertino trozo de paisaje en el agua:
    la ebullición sonora de aquel primer asomo
    primaveral, deshízose lentamente en mi fragua…

    Tu risa de oro, de cristal, de plata,
    rememora un scherzo ya lejano…
    en tu risa hay un eco de sonata,
    de pizzicato de violín tzigano.

    Jugueteando en el nido de tu boca,...

  • A Jesús Villalpando

    Mi madrina invitaba a mi prima Águeda
    a que pasara el día con nosotros,
    y mi prima llegaba
    con un contradictorio
    prestigio de almidón y de temible
    luto ceremonioso.

    Águeda aparecía, resonante
    de almidón, y sus ojos
    verdes y sus mejillas rubicundas
    me protegían contra el pavoroso
    luto...

    Yo...

  • Existe allá en Canelones
    una derruída tapera
    voy a recordar siquiera
    aquellos caídos terrones
    ya no se oyen las canciones
    que a mi madre le cantaba
    ella atenta me escachaba
    y me solía decir;
    ¡yo no te puedo sentir!
    ¡hijo de mi alma... y lloraba!

    Oh! solitaria tapera
    quiero turbar tu reposo
    porque me siento dichoso
    ...

  • Si yo jamás hubiera salido de mi villa,
    con una santa esposa tendría refrigerio
    de conocer el mundo por un solo hemisferio.

    Tendría, entre corceles y aperos de labranza
    a Ella, como octava bienaventuranza.

    Quizá tuviera dos hijos, y los tendría
    Sin un remordimiento ni una cobardía.
    Quizá serían huérfanos, y cuidándolos yo,
    el niño iría...

  • Noble señora de provincia: unidos
    en el viejo balcón que ve al poniente,
    hablamos tristemente, largamente,
    de dichas muertas y de tiempos idos.

    De los rústicos tiestos florecidos
    desprendo rosas para ornar tu frente,
    y hay en los fresnos del jardín de enfrente
    un escándalo de aves en los nidos.

    El crepúsculo cae soñoliento,
    y si con tus...

  • No te tortures; mira
    el mundo insospechado que posees
    dentro del alma. Peregrino, admira
    lo que llevas en ti, y no desees

    Los bienes transitorios. Cada instante
    que pasan te hará ver todo el tesoro
    encerrado en tu espíritu... e ignorante
    apagas sed de dicha con el oro.

    ¿Crucificaron tu alma?, la sonrisa
    pronta fluya a tus labios; La...

  • Miré el cadáver, su raudo orden visible
    y el desorden lentísimo de su alma;
    le vi sobrevivir; hubo en su boca
    la edad entrecortada de dos bocas.
    Le gritaron su número: pedazos.
    Le gritaron su amor: ¡más le valiera!
    Le gritaron su bala: ¡también muerta!"

    Y su orden digestivo sosteníase
    y el desorden de su alma, atrás, en balde.
    Le dejaron y...

  • Hoy han vuelto.
    Por todos los senderos de la noche han venido
    a llorar en mi lecho.
    ¡Fueron tantos, son tantos!
    Yo no sé cuáles viven, yo no sé cuál ha muerto.
    Me lloraré yo misma para llorarlos todos.
    La noche bebe el llanto como un pañuelo negro.
    Hay cabezas doradas a sol, como maduras...
    Hay cabezas tocadas de sombra y de misterio,
    ...

  •                        I

    Canta tu canto
    liso y llano.
    Canta tu caracol de mar
    junto al oído.
    Canta tu amor, tu desamor
    y olvido.

                           II

    Hoy domingo de mañana,
    cielo, sol,
    vuelvan campanas,
    vuela mi corazón
    en la mañana.

                          III

    Con esto tan poco...

  • Paz sobre la constelación cantante de las aguas
    Entrechocadas como los hombros de la multitud
    Paz en el mar a las olas de buena voluntad
    Paz sobre la lápida de los naufragios
    Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas
    Y si yo soy el traductor de las olas
    Paz también sobre mí.

    He aquí el molde lleno de trizaduras del destino
    El...