Mientras muere la tarde

Noble señora de provincia: unidos
en el viejo balcón que ve al poniente,
hablamos tristemente, largamente,
de dichas muertas y de tiempos idos.

De los rústicos tiestos florecidos
desprendo rosas para ornar tu frente,
y hay en los fresnos del jardín de enfrente
un escándalo de aves en los nidos.

El crepúsculo cae soñoliento,
y si con tus desdenes amortiguas
la llama de mi amor, yo me contento

con el hondo mirar de tus arcanos
ojos, mientras admiro las antiguas
joyas de las abuelas en tus manos.

Collection: 
1908

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Y pensar que pudimos
En una...

A Enrique Fernández Ledezma.

De tu magnífico traje
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Esperando para el viaje
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Y de sus últimos rayos
La luz mortecina ondea
En la lujosa librea...

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la cabellera en libertad y el pecho
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te ibas rezando leguas de rosarios.

René...

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