No te tortures; mira
el mundo insospechado que posees
dentro del alma. Peregrino, admira
lo que llevas en ti, y no desees
Los bienes transitorios. Cada instante
que pasan te hará ver todo el tesoro
encerrado en tu espíritu... e ignorante
apagas sed de dicha con el oro.
¿Crucificaron tu alma?, la sonrisa
pronta fluya a tus labios; La tortura
es fuego sacrosanto; ¿Ya? ¡Divisa,
como tu alma al dolor se transfigura!.