• Y pensar que extraviamos
    La senda milagrosa
    En que se hubiera abierto
    Nuestra ilusión, como una perenne rosa...

    Y pensar que pudimos
    Enlazar nuestras manos
    Y apurar en un beso
    La comunión de fértiles veranos...

    Y pensar que pudimos
    En una onda secreta
    De embriaguez, deslizarnos,
    Valsando un vals sin fin, por el planeta......

  • Y podrás conocerte recordando
    del pasado soñar los turbios lienzos,
    en este día triste en que caminas
    con los ojos abiertos.
    De toda la memoria, sólo vale
    el don preclaro de evocar los sueños.

  • Y si ramas golpean la ventana,
    Y los álamos se estremecen,
    Es para tenerte en mi mente
    Y suavemente acercarte.

    Y si estrellas se reflejan en el lago,
    Iluminando su hondura,
    Es para apaciguar mi dolor,
    Volviendo a estar sereno.

    Y si las nubes espesas van
    Y en el claro sale la luna,
    Es para acordarme de ti
    Y guardarte siempre en...

  • Sí, yo me muevo, vivo, me equivoco;
    Agua que corre y se entremezcla, siento
    El vértigo feroz del movimiento:
    Huelo las selvas, tierra nueva toco.

    Sí, yo me muevo, voy buscando acaso
    Soles, auroras, tempestad y olvido.
    ¿Qué haces allí misérrimo y pulido?
    Eres la piedra a cuyo lado paso.

  • Y ¿qué es eso del Infierno?
    me dirás.
    Es el revés de lo eterno,
    nada más.

    Que yacer en el olvido
    del Señor
    es el infierno temido
    del Amor.

  • I
    Ya pasó la estación de los calores,
    y lleno el rostro de áspera fiereza,
    sobre los restos de las mustias flores,
    asoma el crudo invierno su cabeza.

    Por el azul del claro firmamento
    tiende sus alas de color sombrío,
    cual en torno de un casto pensamiento
    sus alas tiende un pensamiento impío.

    Y gime el bosque y...

  • Ya que conozco ahora
    Difunta el alma, sean
    Mis llamas los blandones,
    Mis voces las exequias.

    Las fuentes, y los campos,
    Mi amor digan, y vean,
    Pues dan voces las aguas,
    Pues dan ojos las hierbas.

    Hermosíssima Anarda,
    Que en rigor, y belleza,
    Eres tigre de luces,
    Eres Sol de fierezas.

    En esta muerte el alma
    Porque...

  • Ya que para despedirme,
    dulce idolatrado dueño,
    ni me da licencia el llanto
    ni me da lugar el tiempo,

    háblente los tristes rasgos,
    entre lastimosos ecos,
    de mi triste pluma, nunca
    con más justa causa negros.

    Y aun ésta te hablará torpe
    con las lágrimas que vierto,
    porque va borrando el agua
    lo que va dictando el...

  • Ya sobre los hastíos de tus meditaciones,
    como en fugas radiantes escucharás canciones
    de músicas heráldicas, de las músicas locas
    que enardecen las ansias y enrojecen las bocas

    en besos fecundantes, cual rocíos de mieles
    que hasta en el yermo hicieron florecer los laureles.
    Yo, a tu rostro moreno consagraré violetas,
    las nerviosas amadas tristes de...

  • Era muy niña María,
    todavía,
    cuando me dijo una vez:
    -Oye, ¿por qué se sonríen
    las flores tan dulcemente,
    cuando las besa el ambiente
    sobre su aromada tez?
    -Ya lo sabrás mas delante
    niña amante,
    le contesté yo, y una mañana,
    la niña pura y hermosa,
    al entreabrir una rosa
    me dijo: ¡Ya sé por qué es!

    Y la graciosa...