• Con majestad sublime el sol se aleja,
    y el extendido cielo
    a las encapotadas sombras deja,
    que ya le cubren con umbroso velo.

    ¡Qué solemne misterio! ¡Qué profunda
    de paz y de oración grave tristeza.
    ya el sol llega al ocaso
    y la noche le sigue a lento paso.

    En duelo universal naturaleza
    se despide de aquel que la fecunda:
    triste...

  • A ***

    ¡Oh melancólica virgen!
    Cuando el sol se hunde en las olas,
    ve con paso lento a solas
    a la playa a meditar:
    que siempre al incierto rayo
    del agonizante día,
    está la Melancolía
    sentada orillas del mar.
    Hela allí -el ebúrneo codo
    apoyado en la rodilla,
    y en la palma la mejilla,
    en pensativa actitud;
    ...

  • La tarde todavía
    dará incienso de oro a tu plegaria,
    y quizás el cenit de un nuevo día
    amenguará tu sombra solitaria.
    Mas no es tu fiesta el Ultramar lejano,
    sino la ermita junto al manso río;
    no tu sandalia el soñoliento llano
    pisará, en la arena del hastío.
    Muy cerca está, romero,
    la tierra verde y santa y florecida
    de tus...

  • ¿A dónde partís tan lejos,
    tristes aves de la tarde,
    que a los cansados reflejos
    del día que va a expirar,
    atravesáis en bandadas
    el firmamento sombrío,
    y atrayendo mis miradas,
    me hacéis de pena llorar?
    ¿Por qué en contemplaros hallo
    una dulzura secreta
    y agitan mi mente inquieta
    mil recuerdos en tropel?
    ¿Por qué de...

  • Me dijo una tarde
    de la primavera:
    Si buscas caminos
    en flor en la tierra,
    mata tus palabras
    y oye tu alma vieja.
    Que el mismo albo lino
    que te vista sea
    tu traje de duelo,
    tu traje de fiesta.
    Ama tu alegría
    y ama tu tristeza,
    si buscas caminos
    en flor en la tierra.
    Respondí a la tarde
    de la primavera:...

  • Noble señora de provincia: unidos
    en el viejo balcón que ve al poniente,
    hablamos tristemente, largamente,
    de dichas muertas y de tiempos idos.

    De los rústicos tiestos florecidos
    desprendo rosas para ornar tu frente,
    y hay en los fresnos del jardín de enfrente
    un escándalo de aves en los nidos.

    El crepúsculo cae soñoliento,
    y si con tus...

  • ¡Oh tarde luminosa!
    El aire está encantado.
    La blanca cigüeña
    dormita volando,
    y las golondrinas se cruzan, tendidas
    las alas agudas al viento dorado,
    y en la tarde risueña se alejan
    volando, soñando...
    Y hay una que torna como la saeta,
    las alas agudas tendidas al aire sombrío,
    buscando su negro rincón del tejado.
    La...

  • Como a un ángel que afeitan, vivo siempre sentado,
    empuñando algún vaso de profundas estrías;
    doblado el hipogastrio, miro cómo han zarpado
    del puerto de mi pipa tenues escampavías...

    Cual cálida inmundicia que un palomar ha hollado,
    me abrasan dulcemente múltiples fantasías
    y es mi corazón triste, árbol ensangrentado
    por las jaldes resinas doradas y...

  • Muchachas, muchachos,
    a la rueda rueda
    que en mi pecho tengo
    toda la música de la tarde
    y una alegría azul, que tiñe mis pupilas.

    Muchachas, muchachos,
    a la rueda rueda.
    Que vuestra sea la calle
    y toda la vereda.

    Niña mía, si estás triste
    te bajaré una estrella
    y a la rueda rueda
    tú jugarás con ella.

    Muchachas,...

  • Por la tarde

    Solitario y abatido,
    abandonado y enfermo,
    tengo una lágrima triste
    para bañar tu recuerdo.

    A través de los cristales
    morir la tarde contemplo,
    y al cantar la golondrina
    pensando en ti me consuelo.

    Miro al pie de los nogales
    ...