Rubén Darío

  • A Juan Ramón Jiménez

    ¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello
    al paso de los tristes y errantes soñadores?
    ¿Por qué tan silencioso de ser blanco y ser bello,
    tiránico a las...

  • Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
    y más la piedra dura porque esa ya no siente,
    pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
    ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

    Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un...

  • A Navarro Ledesma

    Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
    que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
    coronado de áureo yelmo de ilusión;
    que nadie ha podido vencer todavía,
    por la adarga al brazo, toda fantasía,
    y la lanza en ristre, toda...

  • De las eternas musas el reino soberano
    Recorres, bajo un soplo de vasta inspiración,
    Como un rajá soberbio en su elefante indiano
    Por sus dominios pasa de rudo viento al son.

    Tú tienes en tu canto como ecos de Oceano;
    Se ven en tu poesía la selva y el león;
    ...

  • La espiga.

    MIRA el signo, sutil que los dedos del viento

    Hacen al agitar el tallo que se inclina
    Y se alza en una...

  • Mis ojos miraban en hora de ensueños
    la página blanca.

     Y vino el desfile de ensueños y sombras.
    Y fueron mujeres de rostros de estatua,
    Mujeres de rostros de estatuas de mármol...

  • ALBERTO, en el propíleo del tiempo soberano
    Donde Renan rezaba, Verlaine cantado hubiera.
    Primavera una rosa de amor tiene en la mano
    Y cerca de la joven...

  • Este vetusto monasterio ha visto,
    secos de orar y pálidos de ayuno,
    con el brevario y con el Santo Cristo,
    a los callados hijos de San Bruno.

    A los que en su existencia solitaria,
    con la locura de la cruz y el vuelo
    místicamente azul de la plegaria,
    ...

  • Puede una gota de lodo
    sobre un diamante caer;
    puede también de este modo
    su fulgor oscurecer;

    pero aunque el diamante todo
    se encuentre de fango lleno,
    el valor que lo hace bueno
    no perderá ni un instante,

    y ha de ser siempre diamante
    ...

  • Ya de un corintio templo cincela una metopa,
    Ya de un morisco alcázar el capitel sutil;
    Ya, como Benvenuto, del oro de una copa
    Forma un joyel artístico, prodigio del buril.

    Pinta las dulces Gracias, o la desnuda Europa,
    En el pulido borde de un vaso de marfil,...