Rubén Darío

  • Mes de rosas. Van mis rimas
    En ronda, a la vasta selva,
    A recoger miel y aromas
    En las flores entreabiertas.
    Amada, ven. El gran bosque
    Es nuestro templo, allí ondea
    Y flota un santo perfume
    De amor. El pájaro vuela
    De un árbol a otro y saluda...

  • Huye el año a su término
    Como arroyo que pasa,
    Llevando del poniente
    Luz fugitiva y pálida.
    Y así como el del pájaro
    Que triste tiende el ala,
    El vuelo del recuerdo
    Que al espacio se lanza
    Languidece en lo inmenso
    Del azul por do vaga.
    ...

  • Poesía dulce y mística,
    Busca a la blanca cubana
    Que se asomó a la ventana
    Como una visión artística.

    ...
  • Miré al sentarme a la mesa,
    Bañado en la luz del día,
    El retrato de María,
    La cubana-japonesa.

    ...

  • ESCRITA en viejo dialecto eolio
    Hallé esta página dentro un infolio
    Y entre los libros de un monasterio
    Del venerable San Agustín...

  • Mía: así te llamas.
    ¿Qué más harmonía?
    Mía: luz del día,
    Mía: rosas, llamas.

    ...

  •  Mar armonioso,
    mar maravilloso,
    tu salada fragancia,
    tus colores y músicas sonoras
    me dan la sensación divina de mi infancia
    en que suaves las horas
    venían en un paso de danza reposada
    a dejarme un ensueño o regalo de hada.

    Mar armonioso,
    ...

  • RECUERDAS que querías ser una Margarita
    Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
    Cuando cenamos juntos, en la primera cita,
    En una noche alegre...

  • ¡Ya viene el cortejo!

    ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
    La espada se anuncia con vivo reflejo;
    ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.

    Ya pasa, debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes
    los arcos triunfales en donde...

  • El varón que tiene corazón de lis,
    alma de querube, lengua celestial,
    el mínimo y dulce Francisco de Asís,
    está con un rudo y torvo animal,
    bestia temerosa, de sangre y de robo,
    las fauces de furia, los ojos de mal:
    ¡el lobo de Gubbia, el terrible lobo...