César Vallejo

  • Como horribles batracios a la atmósfera,
    suben visajes lúgubres al labio.
    Por el Sahara azul de la Substancia
    camina un verso gris, un dromedario.

    Fosforece un mohín de sueños crueles.
    Y el ciego que murió lleno de voces
    de nieve. Y madrugar, poeta, nómada,...

  • Pureza amada, que mis ojos nunca
    llegaron a gozar. Pureza absurda!

    Yo sé que estabas en la carne un día,
    cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.

    Pureza en falda neutra de colegio;
    y leche azul dentro del trigo tierno

    a la tarde de lluvia,...

  • Luna! Corona de una testa inmensa,
    que te vas deshojando en sombras gualdas!
    Roja corona de un Jesús que piensa
    trágicamente dulce de esmeraldas!

    Luna! Alocado corazón celeste
    ¿por qué bogas así, dentro de copa
    llena de vino azul, hacia el oeste,
    cual...

  • Herido y muerto, hermano,
    criatura veraz, republicana, están andando en su trono,
    desde que tu espinazo cayó famosamente;
    están andando, pálido, en tu edad flaca y anual,
    laboriosamente absorta ante los vientos.

    Guerrero en ambos dolores,
    siéntate a oír,...

  • Considerando en frío, imparcialmente,
    que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
    se complace en su pecho colorado;
    que lo único que hace es componerse
    de días;
    que es lóbrego mamífero y se peina...

    Considerando
    que el hombre procede suavemente del...

  • Linda Regia! Tus venas son fermentos
    de mi noser antiguo y del champaña
    negro de mi vivir!

    Tu cabello es la ignota raicilla
    del árbol de mi vid.
    Tu cabello es la hilacha de una mitra
    de ensueño que perdí!

    Tu cuerpo es la espumante escaramuza
    de...

  • Anoche, unos abriles granas capitularon
    ante mis mayos desarmados de juventud;
    los marfiles histéricos de su beso me hallaron
    muerto; y en un suspiro de amor los enjaulé.

    Espiga extraña, dócil. Sus ojos me asediaron
    una tarde amaranto que dije un canto a sus...

  • Vengo a verte pasar todos los días,
    vaporcito encantado siempre lejos...
    Tus ojos son dos rubios capitanes;
    tu labio es un brevísimo pañuelo
    rojo que ondea en un adiós de sangre!

    Vengo a verte pasar; hasta que un día,
    embriagada de tiempo y de crueldad,...

  • Hombre de Extremadura,
    oigo bajo tu pie el humo del lobo,
    el humo de la especie,
    el humo del niño,
    el humo solitario de dos trigos,
    el humo de Ginebra, el humo de Roma, el humo de Berlín
    y el de París y el humo de tu apéndice penoso
    y el humo que, al fin...

  • Para Jose Garrido