• Apenas el billete
    recibas, Carlos, de tu amante Adela,
    incansable jinete,
    clava la aguda espuela
    a tu caballo y a mis brazos vuela.
    Siglos me son las horas,
    de tu lado distante; considera
    que, si venir demoras,
    de congoja tan fiera
    es fuerza, es fuerza que tu Adela muera.
    Que enferma estoy de muerte,
    y mi remedio el físico no...

  • Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
    -soy de la raza mora, vieja amiga del sol-,
    que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
    Tengo el ama de nardo del árabe español.

    Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
    en que era muy hermoso no pensar ni querer...
    Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
    De cuando en cuando un beso y un nombre de...

  • ¡Qué dulces pasan los días
    a tu lado, Magdalena!
    quién consolará mi pena,
    ¿cuando tú no estés aquí?
    Prométeme no olvidarme
    en tierra alguna lejana,
    que yo te prometo, hermana,
    nunca olvidarme de ti.
    Si alguna vez me olvidaras,
    el dolor me mataría,
    y sin tu amor, alma mía,
    No podría vivir, no:
    En ta amor está mi vida,...

  • ¡Qué la lambió a la creciente!
    ¡De ande yesca ni tabaco!
    Tuito se jué con el saco
    Que me yevó la corriente.
    Me dormí, y un redepente
    Cuasi me tapó la olada;
    Enderecé a la ramada,
    Y cuando alcancé a montarlo,
    Ya a mi overito po'el marlo
    Le daba la marejada.

    Al perder pie perdió el tino,
    Pero lo tantié en el freno,
    Y áhi,...

  • (Esta poesía es en realidad una adivinanza para resolver; la solución al final de la página)

    Tomarás primeramente
    la cabeza de un marqués,
    después la de un duque, y luego
    la de tres condes también.

    Añadirás la cabeza
    o la cola de un lebrel,
    y en aritméticas cifras
    pondrás en...
  • A mi idolatrada esposa Jesús Dávila y Heredia

    Versos de fuego, con mi sangre escritos,
    que condensen mis ayes infinitos
    en un solo clamor, y a la futura
    edad transmitan el recuerdo infausto
    de esta incomparable desventura;
    versos que inmortalicen tu holocausto,
    a par de mi agonía,
    lamentando el rigor de nuestra suerte,
    quisiera...

  • De pesar una lágrima sentida
    No brote, no, de tus hermosos ojos:
    ¿Por qué llorar mi muerte si mi vida
    Era un erial de espinas y de abrojos?

    No puede ser mi luz el dulce brillo
    Que derrama en efluvios tu pupila,
    Y es mi infierno el que irradia del anillo
    Que otro en tu mano colocó, Lucila.

    ¿Qué iba a hallar este pobre peregrino
    A un...

  • Belleza de dolor, en quien pensaba
    fijar mi corazón, y hallar ventura,
    adiós te digo, ¡adiós! Cuando miraba
    respirar en tu frente calma y pura
    el ingenio candor, y en tu sonrisa
    y en tus ojos afables
    brillar la inteligencia y la ternura,
    necio me aluciné. Mi fantasía,
    a la imagen de amor siempre inflamable,
    en tu bello semblante me ofrecía...

  • Adiós

    May we meet as we part with a tear.
    Byron....

  • Y nunca más la tierra de ceniza
    he de volver a ver, que el Duero abraza.
    ¡Oh loma de Santana, ancha y maciza;
    placeta del Mirón; desierta plaza
    con el sol de la tarde en mis balcones,
    nunca os veré! No me pidáis presencia;
    las almas huyen para dar canciones:
    alma es distancia y horizonte: ausencia.
    Mas quien escuche el agria melodía
    ...