•  ¿Qué rumor funeral, desconocido,
     turba de nuestras noches el reposo?
     ¿Qué confín de la tierra se estremece?
     ¿Qué drama misterioso
     buscan en las tinieblas las miradas?
     ¿Por qué al oído percibir parece,
     sordas y remotísimas pisadas,
     y Europa estremecida,
     presa quizás de lúgubres temores,
     vela en insomnio ardiente,
     atenta a...

  • CORO
    Grito santo asorda el viento:
    «¡A las armas! ¡Guerra, guerra!
    El infiel derriba en tierra,
    madre España, tu blasón.
    Cruce el mar la invicta hueste
    a salvar de vil mancilla
    los leones de Castilla
    y las barras de Aragón.»

    Al rumor del torpe ultraje,
    indignado el pueblo ibero,
    ya desnuda el fuerte acero
    y la vaina al...

  •  Porque en las partituras de su garganta
    ella orquesta la risa con el lamento,
    porque encierra una musa que todo canta,
    es la polifonista del sentimiento.

     Por la prima aflautada vuelan las aves
    de las notas chispeantes y juguetonas,
    y, poblando el...

  •        Pulpero, eche caña,
           Caña de la güena,
    Yene hasta los topes ese vaso grande,
           No ande con miserias.

            Tengo como un juego
            La boca de seca,
    Y en el tragadero tengo como un ñudo,
            Que me áhuga y me apreta.

            Déme esa guitarra...
            ¡Quién sabe sus cuerdas
    No me dicen algo que me dé...

  • ¿Quién eres tú, celeste criatura,
    que descansas el vuelo
    sobre la cárcel del linaje humano,
    para abrir una fuente de ternura
    y una puerta del cielo
    donde se posa tu bendita mano?

    ¿Quién eres tú, que oras
    junto al desierto lecho del que expira?
    ¿quien eres tú, que lloras
    por la desgracia ajena?
    ¿quién eres tú, que arrulla y quien...

  • Agobia el Sol a la ciudad con su luz recta y terrible; la arena resplandece y el mar espejea. Cobardemente se rinde el mundo estupefacto y duerme la siesta, siesta que es una especie de muerte sabrosa en que el dormido, despierto a medias, saborea los placeres de su aniquilamiento.

    Sin embargo, Dorotea, fuerte y altiva como el Sol, avanza por la calle desierta, único ser vivo a esta...

  • María amaba al mísero Fileno
    como una virgen tierna y solitaria;
    por vez primera rinde su albedrío
    al tiránico amor que la avasalla.

    En su palacio triste y silencioso
    ningún acento dulce resonara,
    hasta que los decretos de la suerte
    al trovador Fileno allí llevaran.

    Joven y tierno, bello y misterioso,
    los ojos azulados contemplaba...

  • Dijo el hombre a la Hilandera:
    a la puerta de su casa:
    —Hilandera, estoy cansado,
    dejé la piel en las zarzas,
    tengo sangradas las manos,
    tengo sangradas las plantas,
    en cada piedra caliente
    dejé un retazo del alma,
    tengo hambre, tengo fiebre,
    tengo sed..., la vida es mala...
    y contestó la Hilandera:
    —Pasa.

    Dijo el hombre...

  • Hoja seca, hoja perdida,
    De la rama desprendida,
    ¿Adonde vas?— No lo sé:
    Derribado el árbol fué
    Que me daba apoyo y vida.

    Héme, desde aquel momento,
    Lejos del nativo asiento,
    Por monte y valle rodando,
    Por valle y monte, ora en blando,
    Ora en raudo movimiento.

    Ni abatida ni quejosa,
    Cedo al viento, y voy con él,
    Adonde...

  •    AL leerte unos versos, de tus ojos
    Vi una brillante lágrima brotar.
    Hay de común al alma una esperanza.
    Hay un Dios, y una fé y una verdad.

       La lágrima que brota á mis acentos
    De alguna flor del alma es dulce miel;
    Cuando la arranco, avara el alma mía
    La guarda como una hoja de laurel.