• Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco.
    Esta cabeza mía se parece al crisol,
    Purifica y consume.
    Pero sin una queja, sin asomo de horror,
    Para acabarme quiero que una tarde sin nubes,
    Bajo el límpido sol,
    Nazca de un gran jazmín una víbora blanca
    Que dulce, dulcemente, me pique el corazón.

  • Te había soñado hija de un antiguo mar grave,
    en un negro castillo cerca del Rhin azul;
    unánimes al ritmo de tu sonrisa suave
    charlaban las alondras en fresco abedul.

    Tu perfumada sombra cantaban los poetas
    (eran los bellos días de Erec y Parsifal)
    y tus ojos velados cual obscuras violetas
    causaron la locura de un príncipe feudal.

    Los nelumbos...

  • A Víctor M. Londoño

    El viejo campanario
    toca para el rosario,

    Las viejecitas una a una
    van desfilando hacia el santuario
    y se diría un milenario
    coro de brujas, a la luna.

    Es el último día
    del mes de María.

    Mayo en el huerto y en el cielo:
    el cielo, rosas como estrellas;
    el huerto, estrellas como rosas ...
    Hay...

  • No sé qué sepultada artillería
    dispara desde abajo los claveles,
    ni qué caballería
    cruza tronando y hace que huelan los laureles.

    Sementales corceles,
    toros emocionados,
    como una fundición de bronce y hierro,
    surgen tras una crin de todos lados,
    tras un rendido y pálido cencerro.

    Mayo los animales pone airados:
    la guerra más se aíra...

  •  Tiene su pelo raros destellos
    cuando de noche sueña en los bancos;
    es la que tiene los ojos bellos;
    es la que tiene los dientes blancos.

     Es juglaresa de las aldeas;
    sus danzas cínicas son turbadoras;
    tiene el encanto de las napeas
    cuando el sol bruñe sus crenchas moras.

     Es la que canta las barcarolas
    y de las rondas saca dinero;
    ...

  • No busquéis aquí, verdad, razón o deducción alguna.

    A otros la enseñanza. A esas enormes cabezas cuadradas, pensantes y rumi-pensantes que hacen de la verde yerba campera un bolo alimenticio.

    Ellos dicen: «mucho de lo que crees hermoso, no es sino cieno».

    No tengo aptitudes de máquina para transformar bellezas en utilidades, y si algo hay de verdad en mis escritos, culpa...

  • Hace mar fuerte... ¿fuerte?... Los egocultores decimos así a lo que nos vence y no es el caso.

    El mar arrea cordilleras renovadas, que columpian al vapor en cuya proa frenetizo de borrasca.

    Busco una metáfora pluriforme e inmensa; algo como fijar el alma caótica, que se empenacha de pedrería.

    ¿Cómo decir?... Mar... mar... y mientras insuflo el cráneo de espacio...

  • Aquí en Montevideo,
    albas madrugadas del mundo
    soñó mi corazón, ¡pobre andarín nocturno!
    Muchachas de los puertos,
    marineros borrachos, desde aquí
    cáliz fué mi pecho de vuestro vino amargo.
    Hermanos tristes,
    yo he visto la Luna hacernos muecas
    mientras la última estrella de la noche
    azul y lejana se perdía...

    Noche negra.
    Como...

  • Oh novia imposible,
    tan casta y hermosa, tan pura y tan buena,
    que tarde por tarde
    en la muda ventana me esperas
    y envejeces ansiando que pronto
    termine mi ausencia,
    me verás cuando pasen los años,
    retornar por la mustia vereda
    y con inquietudes
    llamar a tu puerta;
    que en la austera quietud de tu alcoba
    donde todas las...

  •  ¡Dentro de unas noches te quedarás muerta!
    Como las umbelas de los heliotropos
    se ajarán tus senos de hermosura yerta,
    y no tendré rimas, ni ritmos, ni tropos

     para retratarte dormida en los copos
    de tu albo reposo. Huirá tu alma incierta
    libre por las crueles tijeras de Átropos.
    Aullarán los canes rondando la puerta...

     (La ojera morada cual...