Era alegre la tarde
y alegre era la risa.
Todo era alegre y bueno
y arriba estaba el cielo.
Oscuro a veces, pálido a veces,
ausente a veces, estaba el cielo.
Mas era azul y blanco y bueno.
Y era el cielo.
Era alegre la tarde
y alegre era la risa.
Todo era alegre y bueno
y arriba estaba el cielo.
Oscuro a veces, pálido a veces,
ausente a veces, estaba el cielo.
Mas era azul y blanco y bueno.
Y era el cielo.
L'ENFAT
A Francis Jammes.
Sollozante y medroso, vuelve al fin a su nido,
llorando como un niño, mi pobre Corazón.
-¡Vienes lleno de sangre, Corazón! ¿Te han herido?
¿Qué ojos te hicieron daño, mi pobre Corazón?
Con una herida has vuelto...
¡Los huérfanos gimen! Es que ha muerto el coloso
cantor de amor y de marcial trofeo.
Como murió el Adonis de perfil hermoso,
ha muerto Adonis el del rostro feo.
¡Maldita hermosura de la carne que es fatua
-del fruto podre vanidad de cáscara-
bella solo por ser modelo de la estatua!
¡Qué importa la hermosura de la...
Pues, aquí estoy, señores. Pues... yo soy Andresillo,
¿no recuerdan ustedes? Yo soy aquel chiquillo
a quien el gran Quijote librara cierto día
— porque ahí encajaba bien su caballería —
de la nube de palos, que mi amo, furioso,
sobre mí descargaba ferozmente donoso.
Al pobre señor loco le hice una ruin...
Es una araña enorme que ya no anda;
una araña incolora, cuyo cuerpo,
una cabeza y un abdomen, sangra.
Hoy la he visto de cerca. Y con qué esfuerzo
hacia todos los flancos
sus pies innumerables alargaba.
Y he pensado en sus ojos invisibles,
los pilotos fatales de la araña.
Es una araña que temblaba fija
en un filo de piedra;
el...
Vive conmigo no sé qué mujer
invisible y perfecta, que me encumbra
en cada anochecer y amanecer.
Sobre caricaturas y parodias,
enlazado mi cuerpo con el suyo,
suben al cielo como dos custodias...
Dogma recíproco del corazón:
y ser por virtud ajena y virtud propia,
a un tiempo la Ascención y la Asunción!
Su corazón de niebla y teología,...
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
-¿Qué vendes, oh joven turbia,
con los senos al aire?
-Vendo, señor, el agua
de los mares.
-¿Qué llevas, oh negro joven,
mezclado con tu sangre?
-Llevo, señor, el agua
de los mares.
-Esas lágrimas salobres
¿de dónde vienen, madre?
-Lloro, señor...
Y ahora, vuelvo los ojos
hacia la síntesis del Canto,
hacia la barca del Pretérito,
de parda vela y el bauprés sangrado,
tu propia barca, donde tú venías,
piloto de ti mismo, timonel de tu barco,
donde venía la Patria recién nacida,
como Moisés entre sus mimbres, por donde Dios quiso llevarlo.
Caracas fue la cuna
y Angostura la eternidad....
Río de las Siete Estrellas,
camino del Libertador,
sangre del Corazón de América,
¡aorta que no sale del corazón!
Río delgado de las fuentes
río colérico de los saltos,
río de las siete estrellas,
que en la Fuente no llenas el hueco de las manos
y luego eres el sueño de un mar sin continencia!
Río brujo, que te pintas de todos los cielos...
He de encomiar en verso sincerista
la capital bizarra
de mi Estado, que es un
cielo cruel y una tierra colorada.
Una frialdad unánime
en el ambiente, y unas recatadas
señoritas con rostro de manzanas
ilustraciones prófugas
de las cajas de pasas.
Católicos de Pedro el Ermitaño
y jacobinos de época terciaria.
(Y se odian los...