• ¡Ay del triste que consume
    su existencia en esperar!
    ¡Ay del triste que presume
    que el duelo con que él se abrume
    al ausente ha de pesar!

    La esperanza es de los cielos
    precioso y funesto don,
    pues los amantes desvelos
    cambian la esperanza en celos.
    que abrasan el corazón.

    Si es cierto lo que se espera,
    es un consuelo en...

  • POR siempre huyó!... Fantasma vaporoso
    De mi perdido ayer, adios: tu giro
    Sigue doquiera entre tinieblas densas
    De mi laúd el fúnebre gemido....
    ¡Adios! ¡adios!... Hundístete liviano
    En las horas que fueron: el abismo
    Se presentó ante tí: raudo volaste
    Como un ave que cruza en el vacío....

    Sí; y aún te sigue el doloroso acento
    Que...

  • I

    Humilde como el voto del creyente,
    bendito como el ángel de mi guarda,
    tímido, solitario, romancesco,
    fe y esperanza.

    II

    Como tú, virginal y sin mancilla,
    como yo, visionario y entusiasta,
    era el amor que te ofrecí; inocente,
    como mi alma.

    III...
  • No ausencia de entusiasta simpatía
    de un pueblo hermano por la causa santa
    enmudece la voz en la garganta
    de Musa que el peligro desafía
    y la verdad y la justicia canta.
    Entusiasmo y amor al pecho sobra
    para que el labio a ardientes himnos abra;
    mas ya el tiempo pasó de la PALABRA,
    el tiempo es ya llegado de la OBRA
    contra quien yugo a...

  • Azrael, abre tu ala negra, y honda,
    cobíjeme su palio sin medida,
    y que a su abrigo bienhechor se esconda
    la incurable tristeza de mi vida.

    Azrael, ángel bíblico, ángel fuerte,
    ángel de redención, ángel sombrío,
    ya es tiempo que consagres a la muerte
    mi cerebro sin luz: altar vacío...

    Azrael, mi esperanza es una enferma;
    ya...

  • A las doce de la noche por las puertas de la gloria
    Y el fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre,
    Sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,
     San Silvestre.

    Más...

  • (Ofrenda) (Octubre 15/ 1920)

    ¿Recuerda amada mía?
    Era al caer de la tarde...
    y al oído te decía
    mientras la tarde moría:

    Mi corazón de amor arde;

    Y en tu faz vi retratada
    duda... Asombro... Alegrías...
    y una fugitiva mirada,
    me hizo ver Aída, adorada,
    que tú también me querías.

    Mientras la fuente ritmaba...

  • Y fue en Versailles, en la dorada fiesta
    —¡oh eglógica pastora deliciosa!—
    que te ofrendé mi amor en una rosa,
    al arrullo sonoro de la orquesta.

    El alma al sueño de la dicha, presta,
    abrevió su existencia dolorosa
    al pronunciar tus labios la amorosa
    confesión pasional, en la floresta...

    Todo volvióse para mí risueña:
    la luz, el lago, el...

  • Mil veces me engañó; más de mil veces
    abrió en mi corazón sangrienta herida;
    de los celos la copa desabrida
    me hizo beber hasta agotar las heces.

    Fue en mi vida, con todas sus dobleces,
    la causa de mi angustia -no extinguida-
    aunque, ¡pobre de mí! toda la vida
    su mentiroso amor... pagué con creces.

    Los tiempos han pasado; ya su boca
    no...

  • øøø

     Aún otra amarga gota en el mar sin orillas,
    Donde lo grande pasa de prisa y lo pequeño
    Desaparece o se hunde, como piedra arrojada
    De las aguas profundas del estancado légamo.

     Vicio, pasión, o acaso...