• Hay una gruta, misteriosa y negra,
    donde resbala bajo mustias frondas,
    un raudal silencioso que ni alegra
    ni fecunda: ¡qué amargas son sus ondas!

    Con qué impudor bajo esa gruta helada
    mil flores abren su aterido broche…
    ¡Nunca al beso de luz de la alborada!
    ¡Siempre al ósculo negro de la noche!

    Esa gruta es mi alma; y esa fuente
    muda y...

  • Este noble poeta que ha escuchado
    los ecos de la tarde y los violines
    del otoño en Verlaine, y que ha cortado
    las rosas de Ronsard en los jardines
    de Francia, hoy, peregrino
    de un ultramar de Sol, nos trae el oro
    de su verbo divino.
    ¡Salterios del loor vibran en coro!
    La nave bien guarnida,
    con fuerte casco y acerada prora,
    de...

  • La venta de Cidones está en la carretera
    que va de Soria a Burgos. Leonarda, la ventera,
    que llaman la Ruipérez, es una viejecita
    que aviva el fuego donde borbolla la marmita.
    Ruipérez, el ventero, un viejo diminuto
    —bajo las cejas grises, dos ojos de hombre astuto—,
    contempla silencioso la lumbre del hogar.
    Se oye la marmita al fuego borbollar....

  • Descubra ufana la pomposa tierra
    las maravillas que su seno encierra:
    cual mares de colores,
    sus llanos muestre de verdor y flores;
    sus selvas, montes de nevada frente
    y las ciudades que levanta el hombre;
    su variedad ostente,
    y con lo rico y lo diverso asombre.
    A ti tu austera desnudez te basta,
    océano gigante;
    y mientras que la...

  • Inmenso, libro, espléndido, espumoso,
     Revestido de gloria y majestad,
    Atrás dejas los siglos victorioso,
     Imagen de la oscura eternidad.

    Brillan el sol, la luna y las estrellas
     Sobre tu ondoso manto y...

  • Tú que de océano y tierra
    vences las largas distancias,
    cual las distancias del éter
    vencen voladoras alas:
    por la negra red que forman
    rieles que tu curso pautan,
    ven a surcar el inmenso
    seno de mi dulce patria.
    Tu velocidad abrevie
    tan espaciosas comarcas:
    junta el mar al Amazonas
    y a Tumbes el Titicaca.
    Ya por ti mande...

  • Al molino del amor
    alegre la niña va
    a moler sus esperanzas;
    quiera Dios que vuelva en paz;
    en la rueda de los celos
    el amor muele su pan,
    que desmenuzan la harina,
    y la sacan candeal.
    Río con sus pensamientos,
    que unos vienen y otros van,
    y apenas llego a la orilla,
    cuando ansí escucho cantar:
    Borbollicos hacen las aguas...

  • Cabe el materno tálamo
    se mece blanda cuna,
    los dos amantes cónyuges
    invocan la fortuna
    con celestial cariño
    para el dormido niño:
    él sueña con los ángeles
    que acaba de dejar.

    Del niño el blando éxtasis
    se ve en el rostro tierno
    un voto amante, cándido
    se pinta en el materno;
    del padre en el sombrío
    un pensamiento...

  • ¡Qué! ¡De las ondas el hervor insano
    Mece por fin mi lecho estremecido!
    ¡Otra vez en el Mar!... Dulce a mi oído
    Es tu solemne música, Oceano.
    ¡Oh! ¡cuántas veces en ardientes sueños
    Gozoso contemplaba
    Tu ondulación, y de tu fresca brisa
    El aliento salubre respiraba!
    Elemento vital de mi existencia,
    De la vasta creación mística parte,...

  • I

    Estación de la bruma y la dulce abundancia,
    gran amiga del sol que todo lo madura,
    tú que con él planeas cómo dar carga y gozo
    de frutos a la vid, bajo el pajizo alero;
    cómo doblar los árboles musgosos de las chozas,
    con peso de manzanas, y sazonar los frutos.
    y henchir la calabaza y rellenar de un dulce...