•  No tiene la Dicha en la tierra
    Trillado camino ni fija ciudad,
     Ni en sola una forma se encierra;
    Se encarna do imperen Justicia y Bondad.

     Doquiera, enjugándole el llanto,
    Al huérfano triste refugio se...

  • Ya del oscuro Citerón las cumbres
    bajaba el sol a trasponer, vertiendo
    ríos de luz sobre los verdes mares,
    cuyos abrazos lánguidos, y besos
    dulces y prolongados, adormecen
    los grupos de las islas del Egeo
    Helios guiaba sus caballos de oro
    hacia el collado de la augusta Delfos,
    y en las rocas de Egina y las abruptas
    cimas sagradas del...

  • Yo diviso rodando marchita
    sin aroma la cándida flor
    que furioso huracán precipita
    resonando con triste fragor.

    De mi seno se lleva la calma,
    mis ensueños de gloria, de paz,
    y en lugar de la dicha del alma,
    solo queda un recuerdo fugaz.

    En un tiempo que huyó presuroso
    como el eco de triste canción,
    levantando su cáliz precioso...

  • Una flor se divisa
    en el oscuro campo de batalla,
    y sus hojas, movidas por el viento,
    de humo y sangre se esmaltan.
    Un corcel galopando se aproxima,
    y pronto va a pisarla;
    mas una mano fuerte y vigorosa
    lo detiene, y ¡la flor está salvada!
    Hoy así se divisa
    en el oscuro campo de mi alma,...

  • Tu "Flor de la caña",
    O Plácido amigo
    No tuvo unos ojos
    Más negros y lindos,
    Que cierta morocha
    Del suelo argentino
    Llamada... Su nombre,
    Jamás lo he sabido;
    Mas tiene unos labios
    De un rojo tan vivo,
    Difúndese de ella
    Tal fuego escondido,
    Que aquí en la comarca,
    La dan los vecinos
    Por único nombre,
    ''La...

  • I

    El padre es un tosco
    labriego fornido,
    áspero y velludo
    gigante broncíneo.
    ¡La madre, una hembra
    con hombrunos bríos,
    desgarradas formas,
    groseros aliños!
    ¡Y ved el misterio!...
    La niña ha nacido
    pequeñita y blanca
    como flor de espino.
    ¡La teta es tan grande
    como el angelito!
    Parecen el bronce
    y...

  •  Adorno de la túnica del prado
    Fueron ayer tus azuladas hojas,
    Te mecieron los besos de las auras,
    Lloró en tu cáliz de placer la aurora!

     Rayo fecundo de la luz del cielo
    Acarició tu púdica corola
     ...

  • CRECE gallarda flor en la pradera;
    Y púdica, velando el albo seno,
    Desdeña del amor dulce veneno.
    Casta y hermosa en su virtud austera.

    Se encumbra el rojo sol y reverbera
    Su lumbre pura en el zenit sereno;
    Y un rayo nada más de vida lleno
    Abre la flor que á amar se resistiera.

    Así tu corazón, cerrado un día,
    Esquivaba la luz de mis...

  • Sobre una estéril pradera,
    el diáfano azul del cielo
    cruzaba en rápido vuelo
    una nube pasajera.

    Viola pasar una flor
    que abrasada se moría,
    y en su penosa agonía
    le dijo así con amor:

    "Yo te bendigo: la suerte
    es conmigo generosa,
    Dios te manda, nube hermosa,
    a librarme de la muerte."

    "Joven soy, morir no quiero;...

  •  Un poco paliducha y adelgazada,
    — ¡estuvo tan enferma recientemente! —
    caminando de prisa por la asoleada
    vereda, va la rubia convaleciente

     que, con rumbo a Palermo dobló hacia el Norte.
    ¡Salud, la linda rubia: cara traviesa,
    gesto de ¡viva Francia...