Es el postrer desmayo de la tarde,
de triste luto el cielo se cobija,
detrás del claro sol de quien es hija;
las tiendas de la noche con alarde
el genio adusto de las sombras fija,
y, cual hachón humeante que no alumbra,
el crepúsculo vaga en la penumbra.
Es un horno apagado el firmamento,
es un carbón sin rastro de centellas;...