Juventud con pereza
a todo sometida,
por delicadeza
perdí hasta mi vida.
¡Que venga el tiempo donde
los corazones se corresponden!
Me dije: ¡ya deja!,
que no puedan mirarte:
y sin la promesa
de dichas gigantes.
¡Que no puedan pararte,
del retiro apartarte!
Esperé tanto tiempo,
que ahora sólo olvido;
temores,...