fue de escudero Pachín
con el abad de la aldea
de Serín.
Para hacer un relicario
juró traer a su amor
un pedazo del sudario
del Señor.
Pero Pachín ¿no sabría
que, si Dios bajó a morir,
volvió al cielo al tercer día
a subir?
Y si la tumba sagrada
no encerró a...
Se queda el castillo solitario, reflejándose en los lagos,
En el abismo de su agua clara duerme su sombra secular;
Se levanta en silencio desde el claro de abetos,
Dando tanta oscuridad a la oleada rodadora.
A través de las ventanas arcadas, detrás de los cristales, solo tiemblan
Las largas cortinas arrugadas, que chispean como escarcha.
La luna tiembla...
«Las ilusiones -me decía un amigo- son tan innumerables quizá como las relaciones de los hombres entre sí o de los hombres con las cosas.» Y cuando la ilusión desaparece, es decir, cuando vemos al ser o el hecho tal como existe fuera de nosotros, experimentamos un raro sentimiento complicado, mitad pesar por la desaparición del fantasma,...
LA DANZA DE LAS HORAS
Hoy, que está la mañana fresca, azul y lozana;
hoy, que parece un niño juguetón la mañana,
y el sol parece como que quisiera subir
corriendo por las nubes, en la extensión lejana,
hoy quisiera reír...
Hoy, que la tarde está...
El suertero que grita «La de a mil»
tiene no sé qué fondo de Dios.
Pasan todos los labios. El hastío
despunta en una arruga su yanó.
Pasa el suertero que atesora, acaso
nominal, como Dios,
entre panes tantálicos, humana
impotencia de amor.
Yo le miro el andrajo. Y él pudiera
darnos el corazón;
pero la suerte aquella que en sus...
ALBERTO, en el propíleo del tiempo soberano
Donde Renan rezaba, Verlaine cantado hubiera.
Primavera una rosa de amor tiene en la mano
Y cerca de la joven y dulce Primavera
Término su sonrisa...
Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar,
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.
Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida el respirar,
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
...
La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.
Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus...
Con esa sombra que jamás evito,
¿en mí castiga el soberano Juez
legadas culpas, o fatal delito
que en otra vida me manchó tal vez?
En las partes más solas y calladas
sus pasos oigo resonar detrás,
y guardan sin cesar con mis pisadas
un siniestro monótono compás.
Si tal vez apresuro mi carrera,
pensando que su alcance burlaré,
también...
Incesante a mi vera se agita el Demonio;
Flota alrededor mío como un aire impalpable;
Lo aspiro y lo siento que quema mis pulmones
Y los llena de un deseo eterno y culpable.
A veces toma, sabiendo mi gran amor al Arte,
La forma de la más seductora de las mujeres,
Y, bajo especiosos pretextos de tedio,
Habitúa mis labios a filtros infames.
Me...