•  ¿Qué será de ti? ¡Hace tanto
    que te fuiste! Ya ni sé
    cuanto tiempo.
     ¿De nosotros
    te acuerdas alguna vez?
    ¿Verdad que sí? Tu cariño
    de lejos nos seguirá...
    Lejos de nosotros, ¡pobre,
    qué sola te sentirás!
    Si se habla de ti, en...

  • Señor, mi queja es ésta,
    Tú me comprenderás:
    De amor me estoy muriendo,
    Pero no puedo amar.

    Persigo lo perfecto
    En mí y en los demás,
    Persigo lo perfecto
    Para poder amar.

    Me consumo en mi fuego,
    ¡Señor, piedad, piedad!
    De amor me estoy muriendo,
    ¡Pero no puedo amar!

  • Quemá esas cartas donde yo he grabado
    Sólo y enfermo, mi desgracia atroz
    Que nadie sepa que te quise tanto,
    Que nadie sepa solamente Dios.

    Quémalas pronto y que el mundo ignore
    la inmensa pena que sufriendo está
    un hombre joven que mató el engaño
    un hombre bueno que muriendo va.

    Te amaba tanto, que a mi santa madre
    casi la olvido por...

  • Aun estoy en la aurora de mi día
    y de mi año en la dulce primavera;
    mas la luz no veré del mediodía
    ni a mi verano llegaré siquiera.
    ¡Un siglo viven otros, y yo muero,
    cual flor nacida apenas y marchita!
    ¡Y a otras vidas añade el hado fiero
    tal vez los años que mi vida quita!
    Flor que se, abre a la risa de la aurora
    prolongar a lo menos...

  • Quien dice que Amor es niño,
    Neciamente quiere errar,
    Que para niño es muy fuerte,
    Muy sabio para rapaz.

    Quien dice que Amor es ciego,
    No sabe lo que es cegar:
    Que Amor es lince del alma,
    Y es Argos de la amistad.

    Quien dice que es flechador,
    No sabe lo que es flechar,
    Que Amor no fulmina flechas,
    Solamente incendios da.

    ...
  • My name is might have been [...]

    Dante Gabriel Rosseti

    La mujer que en mi lozana

    juventud pudo haber sido
    -si Dios hubiera querido-
    mía,
    en el paisaje interior
    de un paraíso de amor
    y poesía;
    la que prócer o aldeana
    «mi aldeana» o «mi princesa»
    se...

  • Quienquiera que fueres, óyeme:
    Si con ávidas miradas
    Nunca tú á la luz del Véspero
    Has seguido las pisadas,
    El andar suave y rítmico
     De una celeste visión;
    O tal vez un velo cándido,
    Cual meteoro esplendente.
    Que pasa, y en sombras fúnebres
    Ocúltase de repente,
    Dejando de luz...

  • Es la existencia un cielo,
    cuando el alma soñando embelesada,
    con amoroso anhelo,
    en los ángeles fija su mirada.
    ¡Feliz el alma que a la tierra olvida
    para vivir gozando!
    ¡Quién pudiera olvidarse de la vida!
    ¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

    En esa estrecha y mísera morada
    es un sueño engañoso la alegría;
    la gloria es humo y nada...

  • I

    Escribidme una carta, señor cura.
    -Yá sé para quién es.
    -¿Sabéis quién es, porque una noche oscura
    nos visteis juntos? - Pues.

    -Perdonad; mas... -No extraño ese tropiezo
    La noche... la ocasión...
    Dadme pluma y papel. Gracias; Empiezo:
    Mi querido...