• I

    Vos cometisteis traición,
    pues me heristeis, durmiendo,
    de una herida que entiendo
    que será mayor pasión
    el deseo de otra tal
    herida como me disteis,
    que no la llaga mi mal
    ni daño que me hicisteis.

    II

    Perdono la muerte mía;...

  • Si muero joven; si el dolor me mata
    y en la terrible fosa me derrumba,
    te ruego que no vayas, dulce ingrata,
    con otro amante a visitar mi tumba;
    porque al sentir vuestros iguales pasos
    romper la paz que para siempre anhelo,
    levantaré los descarnados brazos
    para pedirle que me vengue al cielo.

  • Fue grande. La muerte empero le cayó encima.

    Como una cima,
    que se derrumba
    sobre su tumba.

    Fue genio. Sus concepciones desertaron su cráneo.

    Como el estaño,
    que se derrama,
    bajo la llama.

    Fue hombre. Amor pulsó dentro su pecho.

    ...
  • Tules de nieblas sobre las campañas
    velaban los contornos de la quinta
    y ascendía, en la tarde de aúrea tinta,
    la égloga suspirante de las cañas.

    Desenrrollaba su monstruosa cinta
    la negra procesión de las montañas
    y evocaba el temblor de tus pestañas
    nuestra felicidad por siempre extinta.

    Entre las sombras, un gemir de esquilas
    anunciaba...

  • Es el abismo el que le atrae
    desde su fondo más oscuro,
    para que deje esta vida tan triste
    que él ve cubierta de eterno luto.

    No bien una sombra se disipa
    otra se agranda... se agranda y le envuelve
    sin que adivine por qué ha venido,
    por qué le busca, ni qué le quiere,
    pero le aterra y le acobarda
    y a donde va le sigue siempre...

  • Porque me hiere un dolor
    quiero saber de vos, cierto,
    cuando matasteis Amor
    si lo dejasteis bien muerto;
    o si había más amores
    para dar pena y cuidado,
    o si ha resucitado,
    porque, según mis dolores,
    Amor me los ha causado.

  • I

    Después que el fuego se esfuerza
    del amor, en cualquier parte
    no vale esfuerzo ni fuerza,
    seso ni maña ni arte;
    ni vale consejo ajeno,
    ni hay castigo ni enmienda,
    ni vale malo ni bueno,
    ni vale tirar del freno,
    ni vale darle la rienda.

    ...

  • Entre bien y mal doblado
    pasa un gran río caudal;
    yo estoy en cabo del mal
    y el río no tiene vado.
    Galardón, que era la puente,
    es ya quebrada por medio;
    ¿qué me daréis por remedio,
    que el nadar no lo consiente
    la fuerza de la creciente?

  • Entre dos fuegos lanzado,
    donde amor es repartido,
    del uno soy encendido,
    del otro cerca quemado;

    y no sé yo bien pensar
    cuál será mejor hacer;
    dejarme más encender
    o acabarme de quemar:
    decid qué debo tomar.

  • Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero
    poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
    Acordaré las notas del órgano severo
    al suspirar fragante del pífano de abril.
    Madurarán su aroma las pomas otoñales;
    la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
    exhalarán su fresco perfume los rosales,
    bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor....