Juan Ramón Molina

  • Ya no nos separemos ni un momento,
    porque –cuando se extingan nuestras vidas–
    nuestras dos almas cruzarán unidas
    el éter, en continuo ascendimiento.

    Ajenas al humano sufrimiento,
    de las innobles carnes desprendidas,
    serán en una llama confundidas
    en la...

  • Si muero joven; si el dolor me mata
    y en la terrible fosa me derrumba,
    te ruego que no vayas, dulce ingrata,
    con otro amante a visitar mi tumba;
    porque al sentir vuestros iguales pasos
    romper la paz que para siempre anhelo,
    levantaré los descarnados brazos...

  • Que una tizona en tus valientes manos,
    la noble pluma con que escribes sea,
    para entrar indignado a la pelea,
    a herir traidores y a matar tiranos.

    Haz que muerdan el polvo los villanos;
    áulicos y serviles pisotea,
    infunde a aquel que tus escritos lea
    ...

  • Péscame una sirena, pescador sin fortuna
    Que yaces pensativo del mar junto a la orilla
    Propicio es el momento porque la vieja luna
    Como un mágico espejo entre las olas brilla

    Han de venir hasta esta rivera una tras una
    Mostrando a flor de agua su seno sin mancilla...

  • Hermano mío en el arte y en la lira sagrada
    Que de la vieja estigia sentado en un recodo
    Me dices que las cosas de este mundo son nada
    Pero que las del otro, las del celeste, todo

    No siembres esa lívida seta emponzoñada
    En mi jardín de sueños, con tan amable modo...

  • Del ancho mar sonoro fui pez en los cristales,
    que tuve los reflejos de gemas y metales.
    Por eso amo la espuma, los agrios peñascales,
    las brisas salitrosas, los vívidos corales.

    Después, aleve víbora de tintes caprichosos,
    magnéticas pupilas, colmillos venenosos....

  • Cuelgan racimos de odorables pomas,
    negras uvas en gajos tentadores,
    fingiendo los alegres surtidores
    un murmullo de besos y de bromas.

    Dormitan en las ramas las palomas
    los buches esponjando arrulladores,
    y el capitoso aliento de las flores
    unge el...

  • La lluvia su monótona charla dice afuera.
    La puerta de mi cuarto por fin está cerrada.
    Quizás en esta noche no grite mi quimera
    y goce del olvido profundo de la almohada.

    ¡Hace ya tanto tiempo que en reposar me empeño,
    como si me turbara la fiebre del delito,...

  • ¡Viviese yo en los tiempos esforzados
    de amores, de conquistas y de guerras,
    en que frailes, bandidos y soldados
    a través de los mares irritados
    iban en busca de remotas tierras.

    No en esta triste edad en que desmaya
    todo anhelo –encumbrado como un monte–...

  • Que una tizona en tus valientes manos,
    la noble pluma con que escribes sea,
    para entrar indignado a la pelea,
    a herir traidores y a matar tiranos.

    Haz que muerdan el polvo los villanos;
    áulicos y serviles pisotea,
    infunde a aquel que tus escritos lea
    ...